Mientras no existan condiciones de desarrollo equitativas para todas las personas en México no habrá movilidad social, en tanto que las mujeres aún sufren desigualdad laboral, dijeron especialistas en la Universidad Iberoamericana.
Rodolfo de la Torre García, integrante del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), aseguró que las instituciones no han estado al servicio de las personas que tienen menos oportunidades, lo que ha dificultado su movilidad social.
Las circunstancias, añadió, que están determinadas por factores externos condicionan a las personas, pero si existe igualdad, los resultados que obtengan dependerán del esfuerzo y no del entorno en el que viven.
En su intervención, Natalia Arias, del Centro de Análisis, Formación e Iniciativa Social (CAFIS), reveló que de acuerdo con datos del Foro Económico Mundial, para que una mujer en el país logre equidad de género se requieren por lo menos 217 años.
Puebla, comentó, es el primer lugar nacional con más casos de agresiones físicas, además del tercer sitio en ingreso más bajo por hora, ya que una poblana percibe casi 26 pesos por su trabajo, además de que ocupa la posición 23 de las 32 entidades federativas por la brecha laboral más elevada para las féminas.
Durante el panel denominado “La Desigualdad en México, Retos y Acciones”, la especialista destacó que es necesario que en el estado de Puebla se realice un diagnóstico acerca de la violencia en contra de la mujer, que contenga además los diferentes tipos y modalidades de violencia, así como una campaña efectiva.
En este sentido, resaltó que en el estado de Puebla se llevó a cabo una campaña que costó alrededor de 354 mil pesos, que al final no funcionó debido a que las mismas autoridades del Estado dijeron que no había tenido los resultados esperados.
Liz Aceves López, investigadora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), expuso que existen en México entornos culturales que encasillan a las mujeres en la realización de ciertas tareas e incluso, en América Latina, existen regiones en donde se realiza un determinado trabajo a cambio de alimento y hospedaje, como la figura de hijas adoptivas de segunda.
Se trata, explicó, del trabajo doméstico, cuya figura está presente en 25 de cada 100 personas en el mundo. Este tipo de trabajo en México se asigna solo a las mujeres, porque un porcentaje menor son hombres.
Finalmente, de la Torre expuso que para lograr igualdad en el país, así como movilidad, es necesaria una educación de calidad, reducir la pobreza salarial y dar protección de ingresos a los adultos mayores.
