A falta de inyección económica, la parte norte del Mural de los Bebedores, fue re-enterrada como medida preventiva para el resguardo de este patrimonio de la humanidad, por lo que se lleva a cabo una réplica, la cual se tiene planeada forme parte de la conmemoración de los 500 años de la Conquista de México, señaló Enrique Johey Muñoz, licenciado en Artes Visuales, quien forma parte del proyecto bajo la dirección de la restauradora perito Dulce María Grimaldi del Departamento de Conservación del Patrimonio Arqueológico del Instituto Nacional de Antropología (INAH).
Explicó que el re-enterramiento es una medida preventiva de resguardo para evitar que el Mural de los Bebedores se deteriore y así futuras generaciones puedan apreciarlo.
El artista plástico agregó que este mural, el cual se encuentra estable gracias a los trabajos de conservación, se descubrió en 1969 por el trabajo del arqueólogo Ponciano Salazar Ortegón y que se tiene el dato que mide cerca de 56 metros cuadrados por 2.5 metros de alto.
Precisó que la parte norte se re-enterró en el año de 2015 debido al deterioro, ya que la humedad que arrastra la pirámide desde arriba viene con contaminantes, afectando la capa pictórica y que ese mismo año se llevó a cabo una réplica pequeña, la cual se encuentra ubicada en otro lugar, pero que en 2017 inició la réplica del tamaño natural del mural, la cual será un referente para el visitante que viene a la Gran Pirámide.
PROCESO DE CONSERVACIÓN
El también encargado de la réplica del Mural de los Bebedores precisó que el proceso de conservación consiste en mantener estable la pintura, monitorear la humedad, intervenir los espacios más afectados por ella y consolidación a través del resanado.
En cuanto a la réplica dijo que es una nueva tendencia que permite conocer cuáles son los materiales compatibles con el muro y a través de eso conocer qué se puede usar y qué no, ya que años pasados se hicieron algunas pruebas y algunas dieron resultados y otras no, pero, destacó, de alguna forma se da uno cuenta qué realmente funciona.
Detalló que la primera etapa de la réplica duró un mes en el 2017 en la que participó un equipo de cinco personas y que, en esta ocasión, con el mismo periodo de trabajo, participaron solo dos personas.
Recordó que, en el 2017, el equipo lo conformó personas dedicadas a la construcción, un artista plástico, un técnico y la restauradora Grimaldi a cargo del proyecto de la réplica.
RECORRIDOS
El artista plástico, Enrique Johey, dijo que cada año se llevan recorridos cuando se está trabajando “in situ” con una duración de 1 mes, porque, consideró, es importante que la gente conozca su patrimonio, lo cuide y lo comparta.
Por último, agregó, en cuanto a la réplica, que espera esté lista como antesala a la conmemoración de los 500 años de la conquista, por lo que confío que el trabajo quede terminado en octubre de este año.
Cabe destacar que este año El Mural de los Bebedores, que muestra a 103 personas cuya principal actividad es beber, fue reabierto al público a través de visitas controladas, el cual se encuentra en el anexo del Patio de los Altares del sitio prehispánico de Cholula.