Con 27 años de edad y cinco años de servicio público, Arely Nolasco Cruz es la primera policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del municipio de Puebla que ayuda a traer a un bebé al mundo, pues con miedo y nerviosismo decidió actuar en el momento preciso en que una fémina se encontraba a punto de dar a luz.
“Fue mi labor como policía, si yo no fuera mamá créanme que yo también apoyaría a cualquier persona, yo la apoyé por la intuición policial que tenemos”.
Fue el pasado 2 de julio cuando la secretaria de una clínica en el Infonavit Amalucan alertó a la policía municipal para que mandaran ayuda, pues una mujer llegó con dolores de parto y el único médico no podía atenderla pues había salido por una cirugía.
En entrevista con El Sol de Puebla Arely encargada de compañía de la zona tres contó que se encontraba cerca del lugar, por lo que acudió al llamado y al llegar la embarazada de nombre Ana, le urgió que le ayudara, pues sentía que su bebé ya estaba a punto de nacer.
“Cuando yo llegué al lugar la femenina me decía que le dolía muchísimo y que ya estaba en labor de parto, que ya estaba a punto de dar a luz, el doctor no se encontraba… le dije que se tranquilizara, que respirara profundo y que ya llegaba la ambulancia”.
Con la piel chinita y la adrenalina al tope fue como Arely decidió actuar dentro de la clínica, pues le pidió permiso a la mujer de bajarle el pantalón y ver la dilatación del cuello uterino, en escasos segundos la fuente se rompió.
“Me dio muchos nervios, pero también ella me estaba pidiendo muchísimo apoyo, me decía tráeme a mi bebé con vida, ahí fue cuando yo dije, ya es hora de ayudarla, ella ya estaba a punto de dar a luz y no la puedo dejar sola”.
“Inhala, exhala y puja” eso fue lo que la policía le sugirió a la fémina para poder guiarla en la labor de parto, ya que, con gotas de sudor en la frente, ambas temían por la vida del bebé quien estaba en juego.
Tras varios minutos vio salir la cabeza del pequeño, fue así como le pidió a Ana que diera su último esfuerzo para poder tener entre sus brazos a quien cargó por nueve meses en su vientre, así Arely vio nacer a un pequeño desconocido a quien envolvió en una bata médica.
“La secretaria de la clínica nos proporcionó guantes, rollo, algodón y una bata, la bata que ella nos dio fue la que nosotros ocupamos para envolver al bebé y poder dárselo a su mamá y que estuviera tapado”.
- Más noticias: Matan a quinceañera en la federal Puebla-Tehuacán
La situación se complicó en su momento, ya que por siete segundos que parecieron una eternidad para ambas mujeres, el bebé no lloró, por lo que recurrieron a darle palmaditas para que el recién nacido soltara su primer llanto, luego de un par de minutos llegaron los paramédicos quienes se llevaron a la mamá con su hijo.
Aunque no tiene relación alguna con Ana y su bebé, sostiene que lo volvería a hacer. Hoy cuenta la historia con facilidad, pero relata que al terminar lo sucedido comenzó a llorar por la experiencia que la dejó marcada de por vida, pues en la secretaría se les da un curso de primeros auxilios, sin embargo, no les enseñan cómo traer un bebé al mundo.
“Yo sentía algo en el pecho, le llegué a marcar a mi hija, le conté parte de la historia y me felicitó, me siento muy bien, me siento muy feliz y si volvería a estar en esta situación lo volvería a hacer”.