A sus tan sólo seis años de edad, el pequeño Cruz ha demostrado sus enormes ganas por continuar con vida y ejemplo de ello, es la valentía con la que ha luchado por ella a poco menos de un mes del incendio ocurrido en su hogar y en el que lamentablemente perdió a sus padres.
Como “un milagro” lo refirió Mario Gasca, miembro de Shrine Club Puebla en entrevista para este medio durante el despegue de la aeronave que trasladó a Cruz a un hospital especializado en el tratamiento de secuelas por quemaduras de Galveston, Texas, al enfatizar la batalla que el menor ha dado y a la que médicos se unirán para ganarla.
En esta intervención, y en la que también participaron los demás integrantes del club que colaboró con la Secretaría de Salud estatal y la Fundación Michou y Mau para hacer posible el viaje, comentó que el pequeño presenta quemaduras en más del 71.5 por ciento de su cuerpo, un porcentaje que implica mayores cuidados y equipos, mismos con los que no cuenta el Hospital del Niño Poblano donde era atendido, y por lo que era necesario el viaje.
“Es un milagro que esté vivo, está aferrado a vivir. El niño (presenta) quemaduras del 71.5 por ciento, fue atendido en la Unidad de Quemaduras del Hospital del Niño Poblano, su accidente fue el 28 de febrero, sus padres fallecieron. (…) Cuando las secuelas exceden el 40 por ciento, ellos se empiezan a ver limitados por los recursos que tienen”, enunciaron.
En esta misma intervención, añadió que el tratamiento del menor estará cubierto por todos los miembros de Shriners International, una organización filantrópica que recauda fondos para apoyar a otros pequeños que como Cruz han sufrido quemaduras, padecen paladar hendido o complicaciones ortopédicas.
Por su parte, Edgar Romano mencionó que, pese a que han ayudado en ocasiones pasadas a menores con las situaciones antes mencionadas, el pequeño Cruz es el primero que canalizan para trasladarlo por quemaduras.
“Es el primer niño con quemaduras que Puebla Shrine Club ayuda a canalizar, tenemos tres ahijaditos más que fueron canalizados al Hospital Shriners para niños de la Ciudad de México, pero sólo con problemas ortopédicos”, dijo.
