Un feliz noviazgo de más de cuatro años entre Fanny Alonso y Jesús Gómez, dio como fruto el nacimiento de sus dos niñas: Vanessa y Fanny. Todo marchaba de maravilla. El amor que había entre la nueva familia era el motor que los motivaba hacer planes a futuro, sin embargo, el fallecimiento de la joven mamá a solo una semana de haber dado a luz, cambió el panorama de Jesús, quien de un día para otro se convertía en el sostén absoluto de sus dos pequeñas hijas.
Aún con su tristeza y dolor, Jesús soltó la mano de su esposa para tomar con fuerza la de sus hijas y velar a cada segundo por el bienestar de ellas.
“Para mí, es una bendición ser papá. Mis hijas son las que me motivan a seguir adelante, me inspiran y no hay nada en el mundo más hermoso que llenarlas de amor”, dice Jesús con ciertos sentimientos encontrados de saber que él siempre estará para ellas, pero que la figura de su madre les faltará.
Él se muestra fuerte ante sus hijas y sale adelante día a día para trabajar y poderles proveer de lo que más puede. Debido a que no puede cuidarlas durante el día, se apoya de los servicios de guardería del IMSS para poder hacer sus actividades.
“Todos los días me levanto temprano, les busco su ropa, las arreglo y las llevo a la guardería. Me voy al trabajo y en cuanto salgo del trabajo regreso por ellas para irnos a la casa”.
De acuerdo con el último registro realizado en 2015 por el Consejo Nacional de Población (CONAPO) de los 796 mil hogares encabezados por un hombre, 259 mil papás son separados o divorciados, 42 mil de ellos los abandonaron y 495 mil son viudos, como es el caso de Jesús.
Aunque actualmente el gobierno ha dedicado programas a madres soltera, aún no hay muchos apoyos dedicados para los padres que se encuentran en esa misma condición, sin embargo, el papá de Vanessa y Fanny (de seis y tres años respectivamente), considera que eso no es motivo para no darles lo necesario.
“Yo creo que no importa si eres papá o mamá soltero, uno siempre busca la manera de salir adelante, porque al final los hijos se convierten en nuestra inspiración”.
Tras una larga jornada en la ferretería en la que labora, su misión es ir tras sus hijas con quienes comparte el mayor tiempo posible, y, aunque reconoce que la constante entre ellas son las travesuras, él se convierte en su cómplice.
“Mis hijas siempre me doblegan, cualquier cosa que ellas quieren se las cumplo. A veces debo ser estricto con ellas, pero no puedo, tan solo es escucharlas reír me llenan de felicidad”.
A sus 28 años ha tenido que cumplir las funciones de papá y mamá, situación que asume con mucho amor: “mi ilusión siempre fue ser papá y tener niñas”.
Aunque no descarta la posibilidad de unirse en un futuro a otra pareja, por ahora prefiere estar con sus hijas, quienes son su motor de vida.
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“Por ahora prefiero estar solo para dedicarle el tiempo que se merecen mis hijas, además no quisiera cometer un error y que llegara una mala persona a nuestras vidas. No quiero modificar el destino, si llega alguien está bien y si no, me siento muy feliz con mis hijas”, finalizó.
En cuanto datos del INEGI señalan que, en el país el 73 por ciento de los hogares familiares se reconoce como jefe a un hombre y en tres de cada 10 (27 por ciento) es una mujer quien asume este papel.
