Pese a que en Puebla se aprobó una reforma legal que obliga a las escuelas públicas en el estado a promover la higiene menstrual, niñas, adolescentes y personas menstruantes no perciben insumos para su periodo, mientras que padres o tutores tampoco tienen jornadas de información sobre el tema.
En el mes de abril del 2021 se publicó en el Periódico Oficial del Estado (POE) de Puebla un decreto en el que se establece que las autoridades educativas deben “promover entornos escolares saludables”, mediante baños limpios, la creación de nuevos y la entrega de insumos que permitan a las estudiantes –mujeres—disponibilidad y acceso a una higiene menstrual.
Además, se advierte que la dependencia del sector, en este caso la Secretaría de Educación Pública (SEP), “desarrollará actividades de información y orientación para las familias de las y los educandos en relación con prácticas de (…) buenos hábitos de salud y atención de la menstruación y otros temas que permitan a madres y padres de familia, tutoras o tutores, proporcionar una mejor atención a sus hijas, hijos o pupilos”.
Sin embargo, el representante del movimiento docente en Puebla, Francisco Javier Santos Salazar, así como de diversos maestros en la capital poblana que prefirieron mantenerse en el anonimato por temor a represalias, desconocieron estas acciones, pues no han recibido artículos ni instrucciones para entablar jornadas informativas con los padres de familia.
Incluso, Santos Salazar señaló que en algunas escuelas ubicadas en los municipios de Cholula, Atlixco y Cuetzalan se encuentran en condiciones deplorables pues carecen de servicios básicos: “En estos espacios no hay agua para los sanitarios ni para lavarse las manos, si no nos apoyan con esto, menos con productos para las alumnas”, sentenció.
A este panorama de desconocimiento se sumó el presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia, Alejandro Águila Argüelles, quien declaró en entrevista que no han recibido capacitación o talleres sobre higiene menstrual.
“No han existido talleres o asesorías para padres de familia sobre el tema. Hasta el momento lo único que se aborda sobre ello es en clases específicas como biología o ciencias naturales desde esa perspectiva, pero nada más; por la pandemia se frenaron muchas cosas y hasta el momento no sabemos de estas pláticas”.
Se debe precisar que El Sol de Puebla buscó la postura de la Secretaría de Educación Pública (SEP) del estado, respecto al tema, pero hasta el cierre de este trabajo especial no se obtuvo la información correspondiente.
VULNERACIÓN A LOS DERECHOS
De acuerdo con la directora del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos AC (Odesyr), Cinayini Carrasco Colotla, el no acatar estas acciones provoca que el derecho a la salud y educación de calidad se vean vulnerados.
En materia de salud, señaló que el no contar con agua, jabón o productos de higiene pone en riesgo su bienestar a tal grado de contraer enfermedades que colocan en peligro su integridad, además de que se les niega un ciclo menstrual digno.
En lo que respecta a la educación, comentó que en muchas ocasiones las personas menstruantes prefieren no ir a la escuela durante su ciclo, lo que provoca un absentismo escolar, con las ya sabidas consecuencias.
“Hay niñas que prefieren faltar uno o dos días, eso se acumula al final del ciclo escolar y se refleja en un atraso escolar, pero no lo hacen por los síntomas del Síndrome Premenstrual, más bien por la falta de recursos en las instalaciones para mantener una experiencia de calidad dentro de las aulas, desde no tener agua o jabón hasta no contar con toallas sanitaria”, detalló.
Sobre la educación menstrual, Carrasco Colotla refirió que dentro de las aulas, las niñas y adolescentes se siguen enfrentando a los juicios sociales y señalamientos que terminan en actos de discriminación.
Explicó que la base del problema es que no se habla sobre el tema y cuando se hace, lo manejan en la habitación o en el baño y de manera segregada, lejos de los oídos de estudiantes y docentes varones.
“Es un tema que ni profesores o profesoras quieren retomar y si lo llegan a hablar solo es con niñas. Se tiene la creencia que es un asunto privado que nadie debe de saber, pero la realidad es que debería hablarse para todos los que asisten a clase. Al momento en que una niña empieza a menstruar no conoce su ciclo, no cuenta con los productos de higiene y si se llega a manchar, se convierte en la burla, esto (la menstruación) sigue siendo un estigma”.
ESCUELAS CARECEN DE SERVICIOS BÁSICOS
De acuerdo con los Indicadores Nacionales para la Mejora Continua en 2020, elaborado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), Puebla cuenta con 8 mil 765 escuelas primarias, secundarias y de educación media superior, de las que sólo 6 mil 780 tenían agua potable y 6 mil 502 equipamiento para el servicio de lavado de manos.
Esto se traduce en mil 985 escuelas de diferentes niveles educativos que no contaban en ese año con acceso al agua y 2 mil 263 que no tenían este servicio para el lavado de manos. Además, del total de escuelas en la entidad, 768 no contaban con sanitarios, según los indicadores más actuales.
Según el “Manual sobre salud e higiene menstrual para facilitadoras y facilitadores”, realizado por la UNICEF, se señala que en las escuelas debe existir una cantidad suficiente de baños o letrinas, mismas que deben estar separados por sexo, además de contar con agua y otros insumos de higiene como papel y jabón, y su limpieza y mantenimiento deben estar garantizados.
Además de tener al menos un baño exclusivo para el manejo de la higiene menstrual en donde niñas y adolescentes cuenten con agua y jabón para asearse y para cambiar materiales de higiene en privado, deben contar con botes de basura con tapa para recolectar materiales de higiene menstrual.
POR QUÉ EL DECRETO
Esta reforma legislativa concretada en el Periódico Oficial del Estado pertenece a las exigencias manifestadas por el Movimiento Menstruación Digna, un grupo de diversas organizaciones que buscan la gratuidad a los productos de gestión menstrual en las escuelas del país para que sea un complemento de la educación de calidad. A ello se suma visibilizar la palabra con la finalidad de normalizar este proceso fisiológico, así como brindar información precisa sobre el tema.
