Teziutlán, Pue. De acuerdo con archivos periodísticos de la tragedia por el deslave del 5 de octubre de 1999 en Teziutlán, a pesar de haber sido un momento trágico y de dolor para las familias, la ayuda tuvo un condicionamiento político, ello al tratarse de tiempos electorales, señaló Jaime García Martínez, estudiante del bachillerato Nicolás Bravo, al dar lectura a una remembranza de lo ocurrido.
En el marco de la conmemoración del aniversario luctuoso del desastre de hace 24 años, el joven expuso que las intensas lluvias, ocasionadas por la depresión tropical N° 11, ocasionaron un deslave de grandes consideraciones, en el punto conocido como La Aurora, donde decenas de viviendas, en conjunto con sus moradores, fueron sepultados por toneladas de lodo, además de los cadáveres qué se encontraban sepultados dentro del panteón municipal, el cual también se desgajó. La escena “fue horrida y preocupante”, relató.
De este modo, fueron cientos de personas las que perdieron la vida en el lugar, así como decenas de heridos y otro a más que perdieron sus pertenencias, quedando sin un lugar donde habitar, obligando dicha situación a las autoridades a implementar sitios en los cuales reguardar a los damnificados, en tanto, se determinaba las acciones a emprender, a fin de dotarles de un lugar donde habitar.
De acuerdo con lo expresado por el estudiante, fue a través de una cita periodística “anónima”, donde el autor citó: “es algo indescriptible, cuerpos de personas hechos pedazos y heridos de gravedad, fui al anfiteatro y había cadáveres rescatados, apilados, cual costales de cemento, unos sobre otros”.
Dicha cita también describe que “eran tiempos políticos y lamentablemente, este desastre se prestó a lucrar la ayuda que a nivel nacional e internacional se brindaba”, por lo que luego de haber sido exhibida la situación en los medios locales y estatales, los partidos políticos optaron por continuar la ayuda, pero sin uso de uniformes.
Tras el desastre, dijo que, fue el entonces que presidente de la República, Ernesto Zedillo Ponce de León, quien con la ayuda de algunos lugareños, tuvieron a bien, la tarea de fundar un colonia, hoy denominada Lomas de Ayotzingo, donde fueron reubicadas decenas de familias que en su momento lo perdieron todo, siendo dotados de una vivienda con servicios básicos, hasta conformar el núcleo que es hoy con un aproximado de mil habitantes.
Perdieron a sus familias
David Tomás Padilla Acosta, habitante de esta colonia, quien se dijo agradecido por los titulares de los gobiernos de ese entonces, ya que gracias a ellos pudo obtener una vivienda donde habitar, ello tras perder a 16 miembros de su familia, entre ellos a su esposa, hijos, nueras y nietos, quienes perecieron mientras él había acudido a realizar algunas compras para la comida del día. Tras el estruendo qué se escuchó y detonó el derrumbe, no tuvo más opción que buscar a sus seres queridos, quienes ya habían muerto.
Fue el propio presidente de la República quien le prometió una vivienda, la cual recibió dentro de este nuevo predio, donde la situación no fue fácil, puesto que no contaban con energía eléctrica, siendo con la ayuda de los propios vecinos y algunas autoridades, como poco a poco, han ido mejorando las condiciones, hasta lograr la situación actual, donde incluso cuentan con todos los niveles de educación básica y bachillerato.
De lo anterior, dijo que, a 24 años de lo ocurrido, aún quedan recuerdos imborrables que prefiere evitar, como el volver a pisar La Aurora donde ocurrió dicha desgracia, avocándose a aprovechar y disfrutar de los integrantes de la nueva familia que logró construir y quienes le han ayudado a superar lo acontecido.