Abarrotes y productos de limpieza, el mercado negro que se exhibe en tianguis de Puebla

En Acatzingo y Tepeaca prolifera la venta de mercancía a bajo costo y de manera informal

El Sol de Puebla

  · lunes 9 de noviembre de 2020

Foto: Cortesía / Abarrotes y productos de limpieza se venden en el mercado negro de la zona del Triángulo Rojo. Foto: Cortesía

A pesar de que el estado de Puebla ya no figura como uno de las cinco identidades con mayor incidencia de robo a trenes y de que registra una disminución del 7 por ciento en robo al transporte de carga, la realidad es que se continúa comercializando mercancía de dudosa procedencia en mercados y tianguis de la zona centro del estado.

De acuerdo con el Reporte de Seguridad en el Sistema Ferroviario Mexicano de enero a marzo del presente año, Puebla registró un descenso de 50 por ciento en robo a trenes, ya que únicamente registró 24 casos, mientras que los últimos tres meses del 2019 obtuvo 48.

En este 2020 Jalisco encabezó la lista del país con 96 reportes, seguido de Sonora con 76, Guanajuato y Tlaxcala con 66 cada uno, Coahuila con 56, Chihuahua con 31, Sinaloa con 25 y Puebla con 48, como ya se mencionó en el apartado.

Mientras en el robo de transporte de carga, la entidad contabiliza 544 de enero a mayo sumando el fuero común y federal, posicionándose en tercer lugar a nivel nacional con una disminución del 7 por ciento, en comparativa con el 2018 que fue el año con mayor número de robos, puesto que se reportaron 2 mil 737 casos, esto de acuerdo con el reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Ante este panorama, el país registra un total de 2 mil 973 incidentes de robo de carga en el primer trimestre de este año, cuando se observó un incremento de robo de carga entre febrero y marzo de 2020 y con promedio del 56 por ciento al alza en los estados de Puebla, Michoacán, Nuevo León, Jalisco y Veracruz, según datos de SafeLink, agente de seguros.

En esta línea y de acuerdo con la Fiscalía General República (FGR), la mercancía más robada a nivel nacional además del hidrocarburo, son productos de limpieza, medicamentos y material de curación, ropa y calzado, cartón, plástico, químicos, con un 62 por ciento, mientras los alimentos y abarrotes le siguen en la lista con un 27.08 por ciento, en tanto que los materiales de construcción tienen un 5.46 por ciento.

Es por ello que casa editorial visitó los mercados de Acatzingo y Tepeaca, donde en su momento se comercializó mercancía que se extraía del tren y del propio transporte de carga, y se logró constatar que aún se continúa ejerciendo esta práctica, debido a que se ofertan productos en puestos informales y con bajo precio, en comparación con el valor de los mismos productos en el mercado formal.

Entre los artículos de mayor presencia en estos mercados locales hay un gran surtido de los artículos de primera necesidad tales como abarrotes, cuidado personal, ropa, calzado, muebles y electrodomésticos, así como herramienta nueva que se vende a precios relativamente atractivos para el público, sin embargo, es difícil conocer su procedencia, toda vez que se vende en pequeñas cantidades y de manera informal.

En el caso de Acatzingo, son los días martes cuando se lleva a cabo el tianguis, mientras en Tepeaca se realiza los viernes, en un sector en específico de los tianguis, conocido como "Segunda Mano" se puede encontrar los artículos antes mencionados que son exhibidos sin ningún problema y a la vista de cualquier persona, incluso de la propia autoridad.

Este tipo de mercados se encuentran cobijados por organizaciones de comerciales, además de que ante la falta de denuncias formales tampoco se observan revisiones de la mercancía. El último operativo que ejecutaron diferentes órdenes de gobierno en la región fue a inicio de este 2020 en la Central de Abastos de San Salvador Huixcolotla.

Cabe mencionar que este sector económico se reactivó luego de estar suspendido por más de tres meses ante la emergencia sanitaria por el Covid-19, por tal situación hasta el momento se desconoce los montos que genera este mercadeo de mercancía robada que persiste ante la gran demanda que tiene por quienes llegan a surtirse para su consumo.