A pesar de contar con una alternativa en el centro de convenciones y muy posiblemente en la ex unidad deportiva de la colonia Revolución, y de negociar horas y días con la autoridad local, varios de los líderes de los tianguistas y sus agremiados decidieron abrir sus propios espacios para enfrentar de esa manera la reubicación de las calles por la pandemia del Covid-19.
De esa manera, y desde el fin de semana, existen tres distintos sitios en donde los atlixquences y los habitantes de municipios cercanos tendrán la oportunidad de llenar la alacena en pleno confinamiento en casa.
Por principio de cuentas el Ayuntamiento emitió un comunicado sobre la reubicación de los vendedores para cumplir con el mandato del gobierno de Puebla: “los tianguistas accedieron a mudar temporalmente sus puestos al lugar designado por las autoridades, en este caso el centro de convenciones, el cual ofrece la alternativa de continuar con su fuente de trabajo en un ambiente más controlado y seguro para ellos y los clientes”.
Además, “es más seguro para el binomio comercial: las entradas y salidas son controladas, los túneles de sanitización, y los lavamanos establecidos permiten observar con mayor seguridad las medidas sanitarias que previenen el contagio del Coronavirus”.
Aunque algunas de los señalamientos, tanto de clientes como de productores, “son la amplitud de los puestos, la mayoría muy pequeños, y los horarios manejadas de ocho horas, insuficientes para la mayoría”.
Sin embargo, algunas organizaciones de comerciantes tenían otros planes. Por ejemplo, la organización Antorcha Campesina (AC) llevó a cientos de ellos al campo deportivo La Concha. Un viejo parque de béisbol propiedad de ese grupo. Ya por la noche hubo quejas de los vecinos por el asunto de la movilidad y la basura dejada en la vía pública.
La tercera posibilidad corrió a cargo de la Unión de Comerciantes y Colonos de Atlixco, encabezada por Felipe Ramírez Vázquez, y la Agrupación de los Mercados de Atlixco de Raúl Flores, instalados en la calle Aquiles Serdán número 603 de la colonia Revolución. Se trata de un predio ocupado en su momento por la línea de transportes TPT, cerca de la antigua estación de Ferrocarriles.
Ahí también hubo quejas de los vecinos por el mismo asunto: camionetas estacionadas sobre la vía pública “estorbando” la salida de las cocheras particulares y de paso no lograron llevarse los desechos y las calles terminaron sucias.