En cinco municipios de la entidad las alarmas hidráulicas colocadas para evitar inundaciones en zonas de alto riesgo son robadas o, en el menor de los casos, vandalizadas.
“Esa situación coloca en más riesgo a cientos de familias, quienes en un momento de emergencia no serían avisadas a tiempo”, explicó el coordinador de Protección Civil Estatal para esta región, José Ignacio Macías.
Durante una entrevista en este municipio lamentó la problemática planteada y pidió a los residentes de las áreas donde se instalan y, desde luego, a las autoridades locales, mantener una mayor vigilancia al respecto.
Esa tecnología, recordó, funciona en lugares como Jopala, Zapotitlán de Méndez, San Martín Texmelucan, San Pedro Cholula, San Andrés Cholula, Tetela de Ocampo, Ahuacatlán, Tenampulco, Tlacotepec de Porfirio Díaz y Puebla, ubicada en los márgenes de los ríos Necaxa, Zempuala y Pantepec.
Sin precisar el número de delitos reportados por este tema, destacó la importancia del respeto para evitar verdaderas tragedias. “En algunos sitios, como los mencionados, de una día para otro desaparecen. O deciden llevarse el sistema tecnológico, como si no importara su función”, asumió.
Quizá una de las razones de los robos, sostuvo, es el costo de las alarmas. “Pueden comercializarse hasta en 2 mil pesos o quizá mil o mil 500 pesos. Y para un sector de personas es atractivo”, señaló.
Los funcionarios del sistema estatal y local de Protección Civil asistieron a la colonia Santa Mónica, una de las más peligrosas de este municipio, a colocar precisamente una alarma hidráulica, la segunda en Atlixco.
El objetivo, según explicaron, es evitar posibles desastres naturales en esta temporada de lluvias por el incremento del agua del río Cantarranas. Gabriel Serrano Hernández, encargado del sistema de alertas sísmicas en el estado, explicó que estos artefactos avisan a la población en caso de desbordamiento para que así sea posible evacuar de manera segura en los siguientes 20 o 25 minutos posteriores al aviso.