“Ayudo porque existe abandono y poco apoyo para las personas con discapacidad”, esas fueron las palabras de Alfredo Gil Ajuria, quien es un entrenador y apasionado deportista con más de 40 años de trayectoria, originario del municipio de Izúcar de Matamoros, quien desde hace más de cuatro años se encuentra en una silla de ruedas.
El profe Chabelo como muchos lo conocen, desde muy pequeño se apasionó en el deporte, junto a sus hermanos que lo indujeron a esta actividad, inició su carrera como profesor en la normal primaria en una de las instituciones más privilegiadas del municipio, la vida le estaba dando los mejores momentos, disfrutaba del deporte, de sus viajes a la unión americana, de los amigos y de su familia, pero nunca se imaginó que una gran lección le llegaría a su vida, y que tenía que aprender de una u otra manera.
En uno de sus viajes que realizaba en el año 2016, tuvo un accidente vehicular que tras el impacto que recibió una de sus rodillas se golpeó con unos de los asientos, sin embargo, no le dio importancia, hasta ocho meses después que se percató que la rodilla desprendía un olor desagradable y la piel se encontraba morada. Médicos le detectaron gangrena en la rótula de la rodilla izquierda, por lo que no hubo más remedio que amputarle la pierna.
Fueron meses de soledad, de depresión, de encierro total para Chabelo, pero fueron sus alumnos quienes le dieron ánimos para salir adelante y de luchar, que “esto no se termina, hasta que se termina”, afirmó.
“Mis alumnos me visitaron en el momento más terrible de mi vida. Me dijeron: ‘maestro, no nos hagamos tontos, usted nunca corrió con nosotros, usted daba órdenes, usted era el jefe, hoy desde su silla de ruedas lo puede volver a hacer’” recordó Alfredo. Fueron las palabras más sabias que había recibido y empezó con su nueva rutina.
Refirió que antes del accidente, viajaba constantemente a la Unión Americana, con su equipo de básquetbol de Chiqui-Lakers a eventos nacionales e internacionales, además de que adquiría uniformes para sus alumnos.
Después del accidente, valientemente decidió buscar una prótesis, ante el poco apoyo de las autoridades optó por botear en lugares públicos, calles, casa en casa para poder buscar algo económico y así cubrir un pago de 50 mil pesos, con ayuda de sus alumnos y otras más organizaciones.
Al cumplir su mayor sueño, obtener una prótesis, emprendió actividades para recaudar fondos para más personas que se encuentran en difícil situación. Asimismo, arrancó una asociación civil sin fines de lucro llamada “Ayudando a nuestra gente”, que hasta hoy en día se han beneficiado 33 personas, con entrega de sillas de ruedas, bastones, andaderas, entre otros artículos.
En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el profe Chabelo hizo entrega de más de 300 tacos de arroz a personas más vulnerables, discapacitados, indigentes y público en general, como muestra de apoyo y unidad.