En la soledad, enfermo y en una casa en ruinas, es como viveNorberto Hoyos Rodríguez, un abuelito de 76 años de edad, que haperdido la esperanza de recibir un apoyo por parte del gobierno,pues comentó que ha solicitado en la presidencia, en repetidasocasiones, lo incluyan al programa federal “70 y más” y lo hanignorado.
Aunque su vivienda fue pérdida total, derivado del sismo delpasado 19 de septiembre, no recibió ningún apoyo, ni fueconsiderado en la lista de los afectados, pese a vivir a una callede la presidencia municipal, asegura que nadie lo visitó.
Por las calles de Zacapala deambula este adulto mayor, buscandoentre la basura qué comer, y es que dijo le es difícil conseguirun trabajo, ya que tiene severos problemas de salud, padece deasma, tiene complicaciones en el corazón, en la próstata y debeestar con sonda.
“Yo lo único que ruego es que me anoten en el programa de´70 y más´, para recibir algún apoyo como otros abuelitos, coneso me ayudaría para sobrevivir”, dijo casi llorando.
Al acudir a su domicilio a petición de él, se observó su casadestruida, aunque aceptó que no se anotó en la presidencia,porque dijo, ha perdido la esperanza de recibir un apoyo,pues reprochó, que siempre lo ignoran.
“He llevado mis papeles para que me anoten al programa y medicen que no salgo, por eso ya no fui a reportar que mi casa sedañó por el temblor” declaró.
Contó que su esposa lo dejó hace varios años, pero tuvierontres hijos, dos mujeres que ya tienen su propia familia y están enla frontera desde hace años y no sabe más pues ya tardó que nole han hablado; mientras que otro de sus hijos está en la ciudadde México y a veces le manda un poco de dinero.
Aunque agregó que por lo mientras se mudó a los cuartos queconstruyó su hijo teme que cuando éste regrese de la ciudad deMéxico con su familia, él tenga que desocuparlo y regresar ahabitar su casa que está a punto de colapsar.
Adjudicó la falta de apoyo por parte de las autoridadesmunicipales, por no seguir un partido político, pero lamentó quepor su condición de salud, no pueda hacer gran cosa, incluso paracaminar se agita y esto afecta a su corazón.
Contó que sus días los pasa, esperando escuchar que lo llamena través del aparato de sonido de la localidad, avisando que tieneuna llamada telefónica de larga distancia.
