Tras determinar que la empresa encargada del proyecto hidroeléctrico en la Sierra Negra no cumplió adecuadamente con el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA), el Movimiento de Autogestión Social, Campesino, Indígena y Popular (MASCIP) informó su cancelación.
De acuerdo con el MASCIP, el Juzgado Tercero de Distrito en Materia de Amparo Civil, Administrativa y de Trabajo y de Juicios Federales en el Estado dejó sin efecto el manifiesto de impacto ambiental que las empresas presentaron para la obra.
Manifestaron que el juicio de amparo ingresado desde 2017 rindió frutos a las comunidades del municipio de Coyomeapan que se negaron a la hidroeléctrica, pues la etapa Atzalan-Huitzilatl de dicho proyecto no será ejecutado.
Por ello, los trabajos se detuvieron en Tlacotepec y en Zoquitlán debido a que sólo existía un estudio ambiental para todo el proyecto aun cuando el mismo ocupaba diferentes espacios, de forma que las empresas de Proyectos Hidroeléctricos desistieron de la construcción de la obra.
Asimismo, el amparo manifestó posibles violaciones a los derechos de la comunidad, pues al tratarse de poblaciones indígenas las empresas estuvieron obligadas a aplicar consultas para conocer si los habitantes estaban de acuerdo con la implementación de la hidroeléctrica.
En ese sentido, explicaron que a pesar de que se llevó a cabo una consulta por parte de las autoridades, esta no fue adecuado ya que no fue traducida al Náhuatl, de forma que no todas las personas tuvieron acceso a la misma.
Finalmente, desestimaron que las empresas retomen el proyecto debido a que tendrían que retomar desde cero todo el proceso legal para implementar la hidroeléctrica.