Con desorganización y sin aviso previo, el 15 de febrero inició la aplicación de vacunas contra Covid-19 en municipios de la Mixteca poblana. En medio de la desinformación y con la esperanza de alcanzar una dosis, cientos de adultos mayores llegaron a presidencias municipales y juntas auxiliares con la intención de ser vacunados, porque se han enterado por terceros o sus familiares han leído algo en redes.
Un mes antes, el personal médico de los Hospitales Covid ya recibió su primera dosis de la vacuna contra el coronavirus y la población esperaba la llegada de las primeras dosis para la población e mayores de 60 años. Algunos pudieron registrarse en la página de Internet habilitada por el gobierno de la República, otros ni si quieren se enterado.
Tras casi un año de pandemia, llegaron a Puebla las primeras vacunas anticovid, producidas por las farmacéuticas Pfizer y BioNTech, que de acuerdo con el titular de la SSA, José Antonio Martínez García, el proceso de inoculación fue realizado exclusivamente para médicos, enfermeras, camilleros y personal de limpieza de 37 unidades médicas dedicadas a la atención de pacientes con el virus.
Un anuncio realizado en la conferencia matutina del gobierno del estado dio paso al reparto de 42 mil 500 dosis de AstraZeneca que fueron enviadas a 30 municipios de la Mixteca, en especial de las regiones de Acatlán de Osorio y Tepexi de Rodríguez. Esa mañana de lunes, nadie quería si quería que llegarían los lotes del biótico, sólo que las autoridades de salud solicitaban espacios habilitados para la vacunación, pero ninguna población había sido informada del arranque.
Régulo Cortés Cohetero, de 90 años de edad, fue el primer vacunado en el municipio de Acatlán de Osorio contra la Covid-19, el primer punto de reparto del biótico. El adulto mayor llegó a la Jurisdicción Sanitaria número 8 acompañado por sus familiares, quienes se enteraron a través de redes sociales de que iniciaría la aplicación de las dosis. La vacuna le fue aplicada después de las 2:00 de la tarde, ante la presencia de personal médico, vecinos y medios de comunicación.
"Cuál es el brazo que utilizaba menos", le peguntó una enfermera, al tiempo que él extendía el izquierdo para que la vacuna le fuera aplicada.
Ese día llegaron al municipio de Acatlán de Osorio 4 mil dosis y el resto fueron repartidas entre municipios como Chila de las Flores, Petlalcingo, Guadalupe Santa Ana, Santa Inés Ahuatempan, Ahuehuetitla, Axutla, Chinantla, Chila de la Sal, Cuayuca de Andrade, Piaxtla, San Jerónico Xayacatlán, San Miguel Ixitlán, San Pablo Anicano, San pedro Yeloixtlahuaca, Tecomatlán, Tulcingo de Valle y Xayacatlán de Bravo.
Un día después, la misma dinámica fue replicada en la región de Tepexi, sin embargo, lo que prevaleció fue la desorganización en este proceso, precedida por el apagón registrado realizado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que movió a las autoridades municipales a buscar fuentes de energía de emergencia ante la llegada del biológico.
La distribución en el segundo día alcanzó los municipios de Tepexi de Rodríguez, Zacapala, Huatlatlauca, Molcaxac, Tepeyahulaco de Cuauhtémoc, Hutiziltepec, Atoyatempan, Cuayuca de Andrade, Chigmecatitlan y Tecali de Herrera.
Pese a que algunos ayuntamientos ya tenían un registro de las personas que previamente apoyaron para obtener un folio, el personal de Bienestar llevó su lista y esto causó desconcierto, pero al final vacunaron a la gente como fueron llegando, y los que no alcanzaron ficha, recibieron una para siguiente que fueron atendidos al día, sin necesidad de contar con folio.
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A pesar de que la Secretaría de Bienestar tenía previsto vacunar a 500 abuelitos por día, fue entre 120 y 200 el promedio de los adultos que recibió la dosis durante el primer día. La desorganización orilló en algunos puntos a que solo fueron aplicadas las dosis a quienes presentaron su registro, y en días posteriores a quienes llegaron a solicitarla.
Algunas autoridades municipales, señalaron que hubo mucho hermetismo en la cuestión de cómo se llevaría a cabo la vacunación, debido a que no hubo ningún tipo de información. Otros alcaldes, comentaron que se enteraron desde ocho días antes, pero tampoco tenían más detalles.
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