La decisión del delegado estatal, José Manuel Cervantes Jiménez, de cerrar las instalaciones y los servicios de Cruz Roja en Chignahuapan, hasta que los paramédicos estén certificados, causó molestia entre la población, al considerar erróneo que los paramédicos no tengan esas acreditaciones, además de que el directivo no está tomando en cuenta la necesidad de este servicio, sobre todo ahora que viene la temporada alta de turismo.
Ciudadanos y excolaboradores contactaron a este medio de información para señalar que la versión de que hace falta la certificación de los paramédicos es falsa, argumentaron que la mayoría de ellos colaboran en el Servicio de Urgencias Médico Avanzadas (SUMA).
Hicieron llegar los documentos de las acreditaciones. Entre éstos destacan certificaciones como técnico en atención médica prehospitalaria, primer respondiente en ambulancias, rescate acuático, así como varias otras actualizaciones, diplomados, constancias y demás, de al menos seis de sus miembros, sin contar los voluntarios.
También criticaron que se haya hecho ese anuncio no solamente porque los paramédicos están certificados, sino que generan desconfianza e incertidumbre entre la población: "es una arbitrariedad del delegado estatal, están echando el trabajo que se ha venido haciendo desde hace 20 años", dijo una de las fuentes consultadas misma que señaló que, hasta donde sabe, quienes impulsaron la creación de la delegación ya se organizan para hacer frente a la situación.
Cabe mencionar que también criticaron la decisión de usar las ambulancias en otras delegaciones, toda vez que fueron donadas por el ayuntamiento de Chignahuapan y que estarían en calidad de comodato, contratado con la delegación en esta demarcación.
En postura a la situación en Chignahuapan, la Cruz Roja negó la suspensión de las instalaciones y servicios en la zona.