Un perímetro de más de 20 cuadras en la colonia Álvaro Obregón, al sur de la mancha urbana de Atlixco, estuvo bloqueado por 24 horas continuas con el fin de evitar la instalación de miles de tianguistas sancionados por incumplir las medidas sanitarias del Covid-19. El operativo estuvo a cargo de la Guardia Nacional y elementos de la policía y vialidad local ayudados por cientos de metros de cinta amarilla, grúas y patrullas.
A pesar de las amenazas de un grupo minoritario de vendedores, azuzados por el líder Raúl Flores, entre las cinco y las siete de la mañana, hora la cual cientos de comerciantes ocupan para extender sus puestos, no hubo manifestaciones y problemas entre los afectados y personal del Ayuntamiento.
Sin embargo, un grupo aproximadamente 50 camionetas llenas de mercancía, igual frutas o legumbres, comenzaron a aglutinarse muy cerca de los bloqueos: en el parque de la colonia Hogar del Obrero en donde meses atrás habían encontrado un sitio para sus actividades.
Esa noticia, difundida casi de inmediato por los enojados vecinos del área referida, llegó a los altos mandos de la policía y de inmediato comenzó otro operativo para retirarlos e invitarlo a trasladarse a la plazuela del productor, en el predio de Santa Rita, a unos siete kilómetros del tianguis, o de plano regresar a casa. Mientras, agentes viales también clausuraron el mismo parque con cintas amarillas.
Poco después de las 9 de la mañana, había pactada una cita entre un grupo de inconformes, encabezado por el mismo Flores y el director de Comercio, Abasto y Vía Pública, René Tetlamatzi con el objetivo de plantear una serie de aspectos en torno a la ausencia de las calles. Pero esta quedó suspendida y sin acuerdos.
El grupo de tianguistas criticaron al Ayuntamiento de “hacer justicia y castigar sólo a algunos bajo el argumento de no poder retirar a los ambulantes de las calles de la plaza. Ellos no cumplen las reglas de sanidad y en cambio nosotros sí. Los ambulantes no tardan en aparecer en la vía pública, y nosotros dejamos de vender y ganar dinero”.
En respuesta, un funcionario de la Comuna señaló a Flores de ser el “único de los líderes sin palabra. Todos respetaron los acuerdos de no salir a vender, menos este personaje movido por intereses políticos y de ninguna manera por ganas de evitar contagios de coronavirus”.