Teziutlán, Pue.- En el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, Alba Nery Córdoba Gutiérrez, presidenta del Colectivo Gotitas de Amor, expuso que los jóvenes con discapacidad se enfrentan a diversas problemáticas de inclusión, como es el caso del ámbito educativo.
Por lo anterior detalló que actualmente han logrado una mejora en este aspecto a nivel primaria y secundaria, donde han logrado que los niños de educación básica reciban atención en las escuelas regulares.
Detalló que ahora los jóvenes egresan del Centro de Atención a Estudiantes con Discapacidad (CAED), ya que tienen la oportunidad de culminar con sus estudios de nivel media superior, pero los jóvenes que quieren seguir su preparación, enfrentan algunas problemáticas, por lo que optan por buscar algún tipo de empleo, sin embargo, la mayoría de ellos son rechazados por las empresas o comercios que carecen de algún tipo de capacitación o preparación, en la cual se pueda emplear a personas con discapacidad.
Si bien, existen estudiantes en Teziutlán y la región que han logrado cursar alguna carrera profesional, estos lo han hecho con muchas dificultades, tomando como ejemplo el de un joven que actualmente se encuentra estudiando en el Instituto Tecnológico Superior de Teziutlán (ITST), mismo que presenta una discapacidad visual y que afortunadamente ha permitido que haya una adaptación en cuanto a la impartición de clases.
Ante ello, Angélica Hernández de Peredo, presidenta honoraria del sistema DIF, lamentó que aún en estos tiempos exista menores y jóvenes que no reciban el servicio educativo dentro de alguna escuela, por lo tanto, es importante generar la inclusión y respeto, a fin de que estos puedan salir de sus hogares y comenzar un nuevo estilo de vida.
Destacó que al momento son cerca 220 entre niños y adolescentes que se encuentran acudiendo a alguna institución educativa, sin embrago, esta matrícula escolar podría aumentar hasta más de mil estudiantes, lo que indica que la mayoría de ellos, se encuentran recluidos dentro de sus hogares por temor al rechazo, a la crítica, al menosprecio y entre otros factores que los han llevado a privarse de este derecho a la educación, lo que les permitiría aspirar a un mejor futuro.