Desde convertirse en noticia en medios nacionales, tendencia en redes sociales y hasta tema en las conferencias matutinas del gobernador del estado de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, la familia Rosete Guzmán se convirtió en una de las historias que más se han difundido en lo que va de la pandemia, luego de pedir ayuda con un trozo de cartón y una hoja de cuaderno pegada en la ventana de la casa donde viven, luego de que todos sus miembros dieron positivo a Covid-19.
"Necesito ayuda", escribió la familia prueba principios del mes de febrero para pedir apoyo de vecinos en la unidad habitacional Rancho El Cariño, luego de que sus cuatro integrantes dieron positivo a la Covid-19.
Hoy se sabe que la familia Rosete Guzmán está compuesta de cuatro miembros, Ausencio de 47 años, de oficio albañil y su esposa, María Cristina, de 27; tienen dos hijos, Jonathan de ocho años y Matilda de nueve meses. Su historia comenzó a finales de enero pasado, cuando apareció fiebre, dolores en el cuerpo y hasta dificultad para respirar.
El primero en enfermar fue el jefe de familia, después su hija de nueve meses, le siguió María Cristina y por último su hijo Jonathan.
Un médico les dijo que correspondía a los síntomas de Covid-19 y que no debían salir de casa. Decidieron confinarse, y después de dos semanas, su situación económica se complicó. Sin dinero, sin trabajo, sin alimentos ni medicamentos. Ausencio había perdido su trabajo y ya ni siquiera podría salir a comprar alimentos y otros artículos de primera necesidad. Así fue como decidieron colocar ese letrero en la puerta de la ventana.
Tras difundirse la noticia, vecinos, autoridades municipales y hasta del gobierno del estado, les brindaron ayuda. La primera de las tandas fue el pasado 3 de febrero, cuando el gobierno municipal les apoyó con 10 despensas y el medicamento, valuado en poco más de 4 mil pesos. Nueve días después, recibieron otro apoyo con despensa.
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Gracias a las donaciones de despensas y medicamentos, así como del juez de paz, Iván Vargas, recibió apoyo con despensas, medicamentos y hasta dinero para cubrir la renta, gas, más otros gastos que se van acumulando conforme han ido transcurriendo las semanas.
Hoy ya no está ese famoso letrero en su ventana, sin embargo, la atención que acaparó este caso llegó a las conferencias matutinas del gobernador del estado y fue retomada por medios nacionales, estatales y municipales. De acuerdo con fuentes consultadas, los integrantes de la familia ya están fuera de peligro.