Al menos 50 hectáreas de tierras, dedicadas a la producción de café en este municipio, han pasado a ser utilizadas para la generación de cítricos, entre otros productos, debido a que el procesamiento y comercialización del aromático, ha generado mínimas ganancias para quienes se dedican a este rubro, motivo por el que los cafeticultores, han decidido terminar con dichas plantaciones, para en su lugar comenzar con una nueva producción.
De acuerdo con lo expresado por Rosaliano Tirado Cruz, productor de café y tesorero de la Organización Procomer, dijo: “como vemos que no es redituable el precio, buscan otras opciones a sus parcelas, porque definitivamente mantener una huerta de café, no es redituable”, indicando que entre las principales opciones se encuentra el limón, el cual se cosecha durante gran parte del año, en comparación al café, que deja una cosecha anual.
No obstante, apuntó que son algunos de estos productores que se mantienen en pie de lucha y con la esperanza de que haya una mejora en esta situación, ya que como organización no han logrado mejorar la remuneración, respecto al trabajo que realizan en la producción durante gran parte del año, teniendo como única alternativa la venta al coyotaje, con lo cual solo ven una mínima parte de los recursos invertidos.
Y es que, si bien han recibido apoyos e incentivos por parte del gobierno del estado, a través de la Secretaría de Desarrollo Rural, todo ello se encuentra enfocado en la mejora de las siembras y producción, sin embargo, no ha habido mayor trascendencia con lo cual establecer un contacto con los mercados, a los cuales puedan comercializar el producto bajo mejores condiciones.
Por su parte, Agustín Juárez Martínez, presidente de “El campo es de todos los poblanos”, citó que sin duda existe una gran diferencia entre los costos del café, dentro de los mercados, ya que una taza que contiene, aproximadamente 6 gramos, es vendida en alrededor de 25 pesos, mientras que el kilo de este en cereza es pagado entre 7 u 8 pesos, lo que sin duda se trata de una desventaja para dichos productores.
De la misma forma, el también presidente de la agrupación Procomer señaló que los apoyos que reciben por parte de la Secretaría de Desarrollo Rural, consisten en un subsidio, que son regalados a los productores que cuentan con media o una hectárea, así como maquinaria como despulpadoras, tostadores, entre otros, pero no son de utilidad para brindar alternativas de comercialización.