La euforia por la reapertura económica y empresarial paulatina y necesaria autorizada por el gobierno estatal, a un año de distancia de la llegada a Atlixco de la pandemia del Covid-19, no es pareja. Mientras algunos sectores, sobre todo el turístico y de servicios arrancaron el regreso a 50 kilómetros por hora, otros no esenciales apenas prendieron el motor para después tomar camino.
Un grupo de florerías locales reportaron bajas de entre el 40 y 50 por ciento durante el primer año de la pandemia. Y eso los obligó a cerrar varios meses afectando a cientos de familias dependientes de esto.
“Sí, disminuyeron las ventas, pero gradualmente en los últimos dos meses vamos recuperando algo de nuestro mercado. Los clientes más fuertes son los eventos sociales suspendidos casi ocho meses. Pero ya están de vuelta ”, explicó Gerardo Romero del negocio conocido como La Sensación Floral. Esa familia atlixquence vive al 100 por ciento de las ganancias del establecimiento.
“Por ejemplo, los arreglos para difuntos durante el último mes del 2020 y los dos primeros del 2021 aumentaron considerablemente”. De hecho, esa época coincide con las más complicada del Coronavirus en este municipio.
Las agencias de viajes en la ciudad también pasaron por una sensación agridulce, dijo Sandy Campos, responsable de una de ellas ubicada en el centro de la ciudad. “Lógicamente en gran parte del 2020, y con la posibilidad de viajar cancelada, la venta de boletos cayó drásticamente”. Aun así, y en momentos complicados muchos paisanos decidieron ir a Estados Unidos por el tema de ayudar a sus familiares enfermos de la pandemia. O se trasladaron por las cenizas para traerlas a casa.
Ya desde la Semana Santa pasada, narró, el despegue era evidente. “Los boletos redondos para el interior del país y la Unión Americana salieron quizá no como pan caliente, pero muchos de manera rápida”, citó. Y parte de esta culpa positiva, admitió Campos, es el avance de la vacunación anti virus. “Aparecieron muchas familias, tras ser inyectados, con nosotros para reservar vuelos en verano y otros para el fin de año. La mayoría dijeron estar hartos y cansados del confinamiento en casa. Y ya se sienten protegidos ”.
Otro caso es el de Daniel Grande, quien se dedica a la reparación de zapatos desde hace años. “Es un esfuerzo de muchas generaciones y de donde obtenemos el dinero para vivir”, recordó.
El Covid-19 disminuyó clientes y dinero. “Al grado de pensar en cerrar el negocio. No había para pagar luz, agua y la renta del local. Y de los gastos familiares, mejor no hablar. Las ventas quedaron desplomadas en un 60 por ciento ”, detalló. Y adelantó a pesar de la reapertura comercial, al tratarse de un negocio no esencial no previsto un alza de ingresos financieros. “Quizá debemos esperar más, hasta la recuperación de dinero de las familias para querer usar nuestros servicios. Creemos estamos formados al final de la larga cola de recuperación por la pandemia ”, cerró.