Para decenas de migrantes poblanos radicados en Nueva York, ente ellos algunos atlixquences, literalmente el “sueño americano quedó hecho cenizas” por la devastación de la pandemia del Covid-19, afirmó Jorge, desde el otro lado de la frontera y desde las redes sociales durante una entrevista.
Con el llanto contenido, agregó para este diario, el asunto para las familias de los connacionales no es únicamente salvarse o no contagiarse, “es hoy recuperar el cuerpo de los suyos antes de terminar en una fosa común en una isla de Nueva York. Pero el problema es uno: sin dinero, sin trabajo y sin fondos económicos, cubrir 2 mil dólares mínimo para la incineración es literalmente algo inalcanzable por el momento”.
En esa ciudad norteamericana, considerada uno de los epicentros del Covid-19 en Estados Unidos, a través de correos electrónicos, llamadas de celulares y las redes sociales los poblanos, ante la tragedia, buscan organizarse con un objetivo: “los gobiernos federal y estatal volteen a vernos para verdaderamente tener ayuda. Esto ya es un sueño hecho cenizas para cientos de nosotros”, lamentó.
Dijo tener conocimiento de alrededor de tres casos en los cuales los poblanos “literalmente murieron en un rincón de su recámara de coronavirus. Al comenzar a sentirse mal, cuando presentaban síntomas, en lugar de acudir a un hospital preferían auto- aislarse por varias razones: ser ilegales y no tener dinero para hacer frente a esa situación médica. Tenían la confianza de recuperar pronto, pero en cuestión de horas fallecieron en sus recámaras y quizá con la posibilidad de contagio a sus familias”.
En una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador y con copia al gobernador Miguel Barbosa líderes migrantes son claros: “estamos en el epicentro de la pandemia en Estados Unidos y ya son muchos huérfanos, muchas viudas. Somos cerca de 300 muertos. Muchos de ellos por falta de dinero o por miedo de su condición legal prefieren no reclamar a sus muertos y son reportados como perdidos o terminarán en la fosa común. Esto es una verdadera tragedia: sobrevivimos como podemos y sin nuestros muertos en la mayoría de los casos”.
UNO MÁS
La tarde de este domingo murió, consecuencia del Covid-19, el cuarto atlixquence radicado en Estados Unidos, concretamente en Nueva York. Se trata de Arnulfo N. de 55 años de edad. “Comenzó a complicarse la situación en el el hospital. Creemos ya estaba avanzada la enfermedad. Y no aguantó la batalla”, dijo uno de sus familiares en Atlixco.