Una superficie aproximada de 500 hectáreas sembradas con caña están bajo observación y en posible alerta, debido a que presentan síntomas de contagio y ataque del gusano barrenador.
El dirigente cañero de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR) con sede en la comunidad de Atencingo, José Luis Rosas Quiñones informó lo anterior y agregó que personal especializado en ataque de plagas realiza recorridos en los campos para detectarlas y después aplicar el esquema de combate.
Las variedades más susceptibles o sensibles son las que han comenzado a sufrir este problema que una vez que los productores lo detectaron, lo comunicaron a esta representación, se procedió a contratar un equipo de ingenieros especialistas en la materia para que estudiaran a fondo la situación.
“La alerta es de color amarillo, lo que significa que estamos a tiempo para que sea controlada, la quema, corte y acarreo de caña al ingenio de Atencingo, sigue su proceso, no se ha detenido, pero hay la comunicación con los representantes ejidales para que comuniquen cualquier eventualidad”, dijo.
Rosas Quiñones aseguró que no está en riesgo la cosecha de caña, ni tampoco la producción de azúcar, se atendió y actuó a tiempo, pero en promedio hay una hectárea con daño desde mínimo a mediano en cada uno de los ejidos que hay en la zona sur del estado de Puebla.