Feria de la “Cambia” revive tradición de pueblos mixtecos

Ernesto Álvarez

  · jueves 15 de junio de 2017

Foto: Ernesto Álvarez

IZÚCAR DE MATAMOROS, Pue.- Doña Olga Solís Leal, como cadaaño, llegó durante la tarde de este martes 13 de junio a lacabecera municipal de Chietla, donde ella al igual que unos milartesanos fueron recibidos con una ceremonia como parte de la Feriade la Cambia 2017.

Con frutas propias de la temporada como plátano, mamey ozapotes, llegó con entusiasmo, procedente de Santa CatarinaTlaltempan, pero también con artesanías hechas con palma ycarrizo, las cuales intercambió con sus similares reunidos en larecién remodelada plaza principal.

Ella, junto con niños, adultos y jóvenes, se unieron en esterecibimiento que ofreció el alcalde de Chietla, Edgardo PonceCortés, junto con su Cabildo y directores de áreas, que fuerealizado con el acompañamiento de danzas de chinelos y música debanda de viento.

La cambia  es iniciada durante la mañana, por las autoridadesdel municipio de Chietla, que recorren el zócalo del municipiointercambiando con los artesanos o comerciantes productos como elazúcar, pero además, se ofrecieron e intercambiaron productos,principalmente de la región mixteca  como mamey, zapote, pinole,artículos hechos de palma como sombreros, petates y sopladoresademás artesanías de barro y algunos alimentos.

EL TRUEQUE

El integrante del Consejo de la Crónica en el estado de Puebla,José Ambrosio Alfonso Gil Campos, explicó que esta tradición,donde se practica el trueque o intercambio en especie, donde no hayuso de dinero, es prehispánica y a pesar de los avancestecnológicos, todavía se mantiene vigente.

La participación de burritos o mulas adornadas con huacales ochiquihuites, frutas y flores; simbolizando así la entrega de“las primicias” o “el diezmo” que se llevaba a la Iglesiacomo un agradecimiento por los primeros frutos propios de latemporada.

El trueque comienza desde las seis y concluye a las diez de lamañana, después de este lapso ya se emplea el dinero, pero a lapar, es amenizada con danzas de chinelos, de los perros de agua,los locos y los vaqueros.

Para los habitantes del municipio de Chietla consideran a laCambia, como parte de su identidad pues con alegría acuden a estetianguis a intercambiar productos, y asimismo salen a las calles arecibir a los comerciantes que llegan.

Alberto Castelán, habitante de Chietla, indicó que para ellosesta fiesta es un orgullo, como pobladores y la esperan conansiedad cada año, pues es bonita, y pueden comer lostradicionales tlaxcales que son hechos a base de masa azul, pormanos de mujeres de las comunidades y que es común obtenerlosdurante la cambia.

EL COMERCIO

Saraí Solano, quien es comerciante, relató que ella lleva 5años acudiendo a la cambia a vender cazuelas de barro, esto luegode que su padre por su avanzada edad, ya no pueda acudir a estafestividad.

Explicó que ella viene desde San Marcos Acteopan, y acude a lacambia, pues es una excelente oportunidad para intercambiarproductos alimenticios que requiere en su hogar, además de que lohace por mantener viva la tradición de la familia de intercambiarlos productos en Chietla.

LA HISTORIA

Datos proporcionados por el cronista Gilberto Pineda, destacanque en Chietla en la época prehispánica los pochtecas, que eranindividuos especializados en el comercio, vendían e intercambiabansus materiales y productos en el mercado mediante el truequedirecto, ya fuera ofreciendo un producto por otro, o bien, cuandose trataba de objetos de gran valor, cambiándolos por cacao, pororo en polvo, hachuelas de cobre y ciertos textiles que funcionabancomo una especie de moneda.

Agregó que en Chietla en tiempos antiguos, a la semana habíaun día de plaza más grande que le llamaban Día de Plaza Mayor yel otro era el Día de Plaza Menor,  atendiendo a esta costumbre,todavía hoy en día persiste este calendario,  ya que en Chietla los días de Plaza son los  miércoles y los domingos.

Finalmente, puntualizo que en promedio el tianguis de La Cambiatiene más de 100 años realizándose en este lugar, el cual sellena de un gran colorido y folclor que permiten revivir las viejastradiciones de esta zona de la Mixteca poblana.