En Zacatlán la muerte se vistió de zapatero, panadero, globero y hasta de barrendero luego de que el ambiente con vista al Día de Muertos alcanzó al zócalo de este Pueblo Mágico y al Paseo de la Barranca.
Como parte de la celebración, la autoridad municipal adornó los principales puntos turísticos del primer cuadro de la ciudad con catrinas muy elegantes con motivo de los oficios más reconocidos en el folclor zacateco, de ahí las singulares figuras que caracterizan a la muerte. Adornos que, por la noche, se convierten luminarias que juegan con la imaginación y que suman al frío y a la neblina como ingrediente.
“Como una forma de recuperar las tradiciones y preservar la cultura, los adornos que vestirán el Zócalo de Zacatlán representan a través de calaveras y una Catrina, los diferentes oficios que hemos visto pasar por este lugar”, señaló el presidente Luis Márquez Lecona.
Abundó que el Día de Muertos es una festividad que “nos hace sentir orgullosos de nuestras raíces, sentimiento que debemos plasmar para que las nuevas generaciones también mantengan esa tradición, de ahí la importancia de mostrar a través de calaveras, la historia de los oficios en Zacatlán”.
Además, colocaron una Catrina a un costado de las letras que en colores forman la palabra Zacatlán. Cabe destacar que cada una de las imágenes está adaptada para mostrase iluminada en la tarde-noche, lo que dará colorido a los festejos por el Día de Muertos en Zacatlán, así como al 9º Festival del Pan de Queso.
El Andador de Los Jilgueros se adornó también con pendones con forma de Catrina, todo con el propósito de dar un ambiente festivo a Zacatlán en honor a los muertos.
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