Luego del comunicado, emitido este lunes por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en el que se dio a conocer un aumento en las medidas preventivas dentro de los templos católicos del país, a fin de evitar contagios por Covid-19, es la diócesis de Papantla, encabezada por Mons. José Trinidad Zapata Ortiz y con sede en Teziutlán, quien dio a conocer que luego de una reunión de consejo de presbiterio, acordaron de igual forma, continuar con dichas medidas preventivas.
De acuerdo con dichas determinaciones, se encuentra suspender toda concentración pastoral numerosa de feligreses, así como la catequesis, hasta nuevo aviso, en tanto se invite a los niños a realizar algunas tareas en su casa, permaneciendo al pendiente de las indicaciones de las autoridades de salud así como de las medidas higiénicas personales, en casas, iglesias o con los objetos que se encuentran en contacto, además de poner en práctica la sana distancia con las personas, lo cual incluye evitar el saludo de mano o de beso.
En este sentido, también dieron a conocer que con respecto a las eucaristías durante la semana podrán seguirse celebrando con presencia de fieles, pero con las medidas higiénicas recomendadas, como lo es contar con poca presencia de fieles para que los presentes guarden sana distancia entre ellos; mientras que, respecto al saludo de la paz, este deberá suprimirse, mismo que tan solo se dé de palabra por parte del sacerdote y le conteste el pueblo.
En torno a la comunión, las autoridades eclesiásticas de esta diócesis, también acordaron que se reciba en la mano, especificando que los fieles deberán poner una encima de la otra, donde forma inmediata, deberán llevarla a la boca o en dado caso, la hostia sea depositada en una bandeja, para que de allí sea tomada por los feligreses quienes, de la misma manera, deberán comerla en presencia del sacerdote o ministro.
Y es que, de acuerdo con lo expuesto por el obispo de esta diócesis, “como pastores y hombres de fe pongamos en oración y penitencia y ejerzamos nuestro ministerio sacerdotal de la palabra y la administración y de los sacramentos, sin dejar a un lado la confesión y la unción de los enfermos, naturalmente con todos los cuidados higiénicos recomendados”.
Asi mismo, apuntó que, en estos momentos de prueba “son un llamado de Dios para valorar nuestra interdependencia humana, el respeto a la naturaleza, madurar nuestra fe y conversión a Dios, a nosotros mismos y al prójimo” puntualizando que, con respecto a las misas dominicales, continuarán llevándose a cabo, con las medidas antes mencionados, donde en caso de existir alguna otra determinación, esta será dada a conocer en otro comunicado.
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