El ex alcalde de Chignahuapan, Javier Tirado, tenía nexos con Francisco Romero, ex titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE), por ello, el gobernador Miguel Barbosa considera que deben revisarse sus cuentas públicas. Esto luego de que la actual administración exhibió un presunto daño patrimonial por 195 millones de pesos.
Fue este 14 de marzo cuando la comisión de entrega-recepción de la actual administración municipal dio a conocer que Javier Tirado, registró un presunto daño patrimonial por más de 195 millones de pesos. Destacaron la donación ilegal de distintos predios a particulares, así como obras que no fueron ejecutadas.
Ante este contexto, el mandatario celebró que el Ayuntamiento de Chignahuapan diera a conocer estos datos, incluso los felicitó. En suma, evidenció que Tirado y Serrano tenían vínculos, por lo que cree necesario revisar su administración y no sólo la de Chignahuapan, sino la de todos los ayuntamientos salientes.
Para concluir este tema, pidió a todos los presidentes municipales compartir las irregularidades que encontrar de sus antecesores y no quedarse callados. Dijo que esto no se trataba de imponer un régimen de persecución, sino que la ciudadanía debe de conocer la verdad.
“Estaban cobijados muchos. Necesitan desde la ASE revisar las cuentas públicas y necesitan los ayuntamientos entrantes dar a conocer como recibieron las administraciones municipales. Si no son capaces los que salieron de llegar a declarar en contra del que está en funciones ahí en su parque ahí enfrente. Que se pongan las pilas todos”, agregó.
El Sol de Puebla dio a conocer que el pliego de observaciones para el ex edil de Chignahuapan es amplio, por ejemplo, se registraron despidos injustificados, mismo que, actualmente, existen procesos legales y laudos por una cantidad mayor a los 7 millones de pesos. Hecho que no fue reportado por la administración anterior, pero actualmente, se realiza una búsqueda en distintos juzgados para saber la totalidad de los procedimientos.