Luego del sismo del 19 de septiembre de 2017, las familias afectadas por la destrucción de sus viviendas fueron incluidos en el programa del Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden), sin embargo, en este caso, las autoridades municipales no tuvieron intervención, ya que la entrega fue realizada de manera directa.
María del Carmen Nava Martínez, presidenta municipal de Acatlán, explicó que al recibir la administración, únicamente le fue entregado un padrón de damnificados, sin tener hasta el momento conocimiento de qué cantidad de recursos fueron ejercidos en el municipio.
Los afectados de esta región sur del estado tuvieron, a finales de aquel año, una reunión en el Centro de Desarrollo Comunitario de Acatlán, en la que los encargados del programa federal les comentaron que el dinero se lo iban a entregar por tarjetas, según la evaluación de daños, por lo que no todos recibieron recursos por igual.
La dinámica fue similar en los distintos municipios de la región, donde empresas constructoras presentaron proyectos para edificar los nuevos inmuebles, sin embargo, los resultados fueron insatisfactorios para los beneficiarios, quienes señalaron mala calidad de obra y dimensiones muy pequeñas de sus nuevas casas.
De igual forma, quienes decidieron hacer la reconstrucción por su cuenta, debieron entregar comprobantes de los gastos al gobierno federal, sin embargo, los costos fueron más elevados.
Este fue el único recurso que fue distribuido entre los afectados, porque los apoyos prometidos para las iglesias ha sido un proceso mucho más lento, y actualmente faltan 10 iglesias por restaurar esto debido a que no han liberado los recursos.
De acuerdo con José Martín Limón Osorio, coordinador de monumentos históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Puebla, algunos templos que falta por restaurar s encuentran en los municipios de Tejalpa, San Pedro Cuayuca, Zacapala, Tepexi de Rodríguez, San Pedro Yeloixtlahuaca y Tehuitzingo, entre otras.