Huauchinango, Pue. Restos de algas putrefactas y materia sólida que queda de las aguas residuales que desembocan en la presa de Necaxa es parte de lo que genera malos olores y llegan hasta poblados cercanos del municipio de Huauchinango y Juan Galindo, por lo que el azolve se está removiendo y cubriendo con maquinaria pesada.
Desde hace unas semanas a la fecha y en al menos, los últimos cinco años, se ha evidenciado la falta de mantenimiento a la presa de Necaxa por parte de la empresa portuguesa, Generadora Fénix, indicaron autoridades municipales.
Con maquinaria pesada, personal del ayuntamiento remueve y cubre con tierra que está en las áreas firmes, la sedimentación que dejan las aguas residuales de los pueblos cercanos, de los municipios de Huauchinango y Juan Galindo.
En la superficie que al momento permanece no está inundada por las aguas, se han encontrado restos de vegetales como algas que está putrefactas, “pero la mayoría de la materia fétida, es el azolve que ha ido generando el correr de las aguas residuales”, también se nota que la empresa que aprovecha los recursos naturales de los municipios de la región, no ha dado mantenimiento, indicaron los trabajadores.
Los habitantes de uno de los pueblos más cercanos a los terrenos de la presa de Necaxa, Patoltecoya, municipio de Huauchinango, aseguraron que desde que el complejo hidroeléctrico quedó en manos de la empresa extranjera no ha dado mantenimiento al vaso.
Los vecinos de Patolteccoya y San Miguel Acuautla, son los más afectados por los malos olores por lo que solicitaron a la comuna que realizara algunas acciones “para mitigar, aunque sea un poco las afectaciones”. Esa zona también es área de servicios turísticos.
Al problema se le suma que las dos plantas tratadoras de aguas residuales que existen, pero no funcionan, en las cabeceras municipales de Huauchinango y Nuevo Necaxa, ambas construidas en el periodo del régimen morenovallista.