CHIGNAHUAPAN, Pue.- Marcado hermetismo prevalece en elAyuntamiento de Cuautempan para dar a conocer el atentado quesufrió el pasado viernes en Jalisco la alcaldesa Flor de CoralRodríguez Cárcamo, donde salió herida de bala en un brazo ymurió su chofer.
Hasta donde se sabe, el mediodía de este lunes el cuerpo deregidores, el síndico municipal y la secretaria general delAyuntamiento tuvieron una reunión extraordinaria de Cabildo paratratar las acciones y decisiones a tomar por la incapacidad médicade la alcaldesa, al menos por esta semana.
Habitantes y fuentes cercanas a la priísta comentaron que desdejunio pasado había recibido amenazas, cuando atentaron por primeravez contra la edil, nacida el 26 de junio de 1975. Justo un díadespués de su cumpleaños número 41. Resultó ilesa. El atentadofue en una localidad cercana a su municipio y fue perpetrado porsujetos que permanecen en la calidad de desconocidos.
53 días después, sujetos armados le dispararon desde unvehículo que circulaba en sentido contrario al de la alcaldesa, enla autopista Zapotlanejo-Tepatitlán de Morelos, en el estado deJalisco. Resultó herida de un brazo. Era alrededor de las 14:00horas del viernes pasado, cuando ya regresaba a tierras poblanas ensu camioneta Nissan Xtrail color negro modelo 2016 con placas delestado de Puebla UAD-8019, luego de ir a comprar artesanía almunicipio jalisciense de Tonalá.
Se requirió de transporte en helicóptero para que la alcaldesarecibiera atención médica en el Hospital Vicentita, mientras queperitos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) delestado de Jalisco se encargaban de las diligencias de levantamientode cadáver del chofer Roberto Carlos Ortega González, de 43 añosde edad, quien falleció víctima de los impactos de bala querecibió en el tórax. En el lugar se aseguró al vehículo de lapriísta poblana y los casquillos 9 milímetros que quedaron en ellugar.
Las fuentes consultadas confirmaron que hay personal deseguridad resguardando a la alcaldesa, que ya fue declarada librede peligro y que ya había sido dada de alta. Este reportero pudotestificar el gran hermetismo que hay en cuanto al tema, desde elviernes pasado.
Una fuente cercana a la presidencia dijo que, por lo menos, estasemana la alcaldesa no hará acto de presencia, especuló con laidea que en las tres próximas semanas no estaría en lapresidencia, tal vez hasta la ceremonia del grito de laIndependencia, aunque lo puso en duda. Sólo se comunica – víatelefónica – con quien requiere del Ayuntamiento. No anticipóque la alcaldesa deje el cargo y habló que una de las líneas deinvestigación es en respecto a las amenazas que había recibido deunos talamontes.
Evadió la respuesta a la pregunta sobre si se trataba delcrimen organizado: “no estoy autorizado para dar esainformación, dijo tras el segundo intento a la misma pregunta. Se le notaba nervioso y evasivo, igual que los otros doscompañeros consultados. Respuestas cortas y casimonosilábicas”.
Desde el viernes pasado este reportero intentó comunicarse conel regidor de gobernación, Ismael Ángel Mora, quien eventualmenteasumiría la presidencia municipal, según la Ley OrgánicaMunicipal