/ viernes 30 de noviembre de 2018

Marihuana, una planta “de poder” espiritual para abrir otras realidades

Brujo de la Sierra Norte muestra el uso ritual de la yerba

La marihuana solo es vista, actualmente, como una planta de esparcimiento y se olvidan las dimensiones espirituales para el uso de esta planta “maestra" o “de poder” que se ha usado desde tiempos ancestrales como elemento de apertura a otras realidades donde nace el conocimiento, afirma un brujo de la Sierra Norte de Puebla.

EL BRUJO

Discreto, haciendo un lado la importancia personal, este maestro de otros hombres y mujeres de la región, enseña que la planta “maestra” no puede ser usada con otros fines que no sea el ritual, bajo la premisa de que abre puertas a otras realidades de las que un novato podría pasarla mal; además, la disciplina propia con la que enseña –a algunos– el uso de esta planta maestra, incluye no usarla para presumir o como esparcimiento: "como buena maestra se hace respetar, si no la respetas", advirtió.

A raíz del debate sobre la legalización de la marihuana para uso recreativo, dijo que de alguna manera se está buscando una nueva conciencia para la humanidad y este es el primer paso.

En el grupo de personas con los que trabaja, el uso de la marihuana es únicamente espiritual y consiste en un medio para contactar con "la fuente de todo", no por adicción o por alucinación, sino como un trabajo personal que se ve, del que no se tiene que hablar para dar oportunidad a que se vea y quede de manifiesto. Todo lo demás, es solamente charlatanería.

MITOTE

El día que permitió la charla, estaba enseñando a dos de sus aprendices el uso del Tarot como una herramienta de sanación. Les enseñó a darle “magia” al lugar. En torno había una mesa de madera con algunos símbolos labrados a mano, la oscuridad, algunos objetos “de poder” apenas iluminados por una vela blanca con la que inició del ritual. Así empezó la “magia”.

Las enseñanzas hacia sus aprendices cada vez eran más profundas. La "maestra María" estaba presente entre ellos, pero, extrañamente, no era la protagonista principal de ese ritual. Una simple palabra o un simple acto alcanzaban tantas connotaciones que elevaban la conciencia de los participantes a una comprensión diferente. La forma de conducir el ritual para la lectura de Tarot tocó esferas de lo inimaginable. “La memoria no alcanza para recordar todo y las palabras no son suficientes para describir la escena”, refirió uno de ellos.

Entre las enseñanzas –dijo el guía- estaba el respeto al futuro de las personas, por lo que las lecturas evitarían crearles un futuro, solamente hablarles del presente y su realidad. Enseñaba adoptarle un significado no tan literal a cada carta, más bien, entenderla para devolver un mensaje útil y sanador a quien se le estuviera haciendo la lectura. Otros brujos y brujas se sumaban a este trabajo, eventualmente, eran los destinatarios de la lectura.

Cada lectura aportaba elementos muy claros y precisos. La dinámica con la que se conducía este ritual daba oportunidad a elementos de retroalimentación para los aprendices. Las enseñanzas incluían una lectura desde el corazón y no desde la razón; hacer un ejercicio de contacto con el consultante, más allá de la presunción de destacar como el "más chingón".

El gran brujo explicaba, entre risas y enseñanzas profundas, la distinción entre tarotistas profesionales y los que no lo eran, entre esos elementos, quienes buscaban el protagonismo y la parafernalia de la brujería solo para llamar la atención y quienes lo hacían con la conciencia de los elementos que estaban utilizando, con un fin ajeno a sacar provecho personal. Las palabras de este maestro calaban profundamente y dejaban la sensación de lo más profundo en cada uno de los ahí presentes. Permitió a este reportero tomar algunas fotos.

Era sorprendente ver las manos de uno de los aprendices; repentinamente se volvieron como las de un anciano, algo había diferente en su forma de hacer la lectura de esas cartas. Esas extrañas manos quedaron plasmadas en las fotografías, evidentemente no era una alucinación producto del tetrahidrocannabinol (THC), sustancia activa de esta Planta Maestra.

Viajar por estos mundos oníricos no todas las veces es algo irreal, sino una realidad extraordinaria que era la fuente que han consultado a los antiguos brujos, nahuales o chamanes, de la cualidad de brujo: el hombre, la mujer que contacta con la fuente de todo, de ahí su sabiduría diferente; hacer una lectura de esta manera era un trabajo de contacto con una conciencia superior "una conciencia ocurrida al no pensar en nada", según se apreció en este trabajo.

En algún momento salió a relucir la obra del antropólogo Carlos Castaneda, sobre todo lo que hablaba del "tonal" y del "nagual", lo primero se refería a lo que podrían describir las palabras o se apreciaba por los sentidos, el nagual es todo lo demás. Esta lectura del tarot era desde el nagual, de ahí la dificultad – de este reportero – para transcribir las enseñanzas y su profundidad de ese trabajo.

Luego de la ronda de trabajo final, el brujo cerró el trabajo de ese ritual. Cuidó que todos los presentes estuviéramos bien. Repentinamente, era el regreso a la vida normal. Con una tranquilidad y una sensación de haber sanado momentos de la biografía personal en las que los asistentes estaban atorados. El Maestro Brujo, antes y después del trabajo, no perdió la compostura ni el buen humor.

LA HUMILDAD DE LAS ESTRELLAS

Así, este conocido brujo de la región ejemplificó otro uso de la marihuana, con la intención de mostrar otros usos y sensibilizar a la población conservadora sobre esas otras aristas de “la maestra”.

A los consumidores lanzó la recomendación de comprender que la marihuana no se usa solo para estar “pachecos”, sino que estén en un uso más responsable. A quienes no conocen del tema también sugirió que puedan comprender su uso, fuera del tabú o de los intereses de grupos políticos o religiosos.

Para otro de los brujos presentes, el uso de esta planta maestra es una forma de que las personas puedan acceder a un conocimiento diferente, sin embargo, hay que tener un periodo de formación y preparación, para que no sea un pretexto de “auto complot” o de “trampeo” personal.

En esencia, destacó que “el árbol se conoce por sus frutos y esos frutos no se anuncian, solo se ven y se hacen sentir: esa es la humildad de las estrellas, que muestran su belleza en silencio”, recalcó.

La marihuana solo es vista, actualmente, como una planta de esparcimiento y se olvidan las dimensiones espirituales para el uso de esta planta “maestra" o “de poder” que se ha usado desde tiempos ancestrales como elemento de apertura a otras realidades donde nace el conocimiento, afirma un brujo de la Sierra Norte de Puebla.

EL BRUJO

Discreto, haciendo un lado la importancia personal, este maestro de otros hombres y mujeres de la región, enseña que la planta “maestra” no puede ser usada con otros fines que no sea el ritual, bajo la premisa de que abre puertas a otras realidades de las que un novato podría pasarla mal; además, la disciplina propia con la que enseña –a algunos– el uso de esta planta maestra, incluye no usarla para presumir o como esparcimiento: "como buena maestra se hace respetar, si no la respetas", advirtió.

A raíz del debate sobre la legalización de la marihuana para uso recreativo, dijo que de alguna manera se está buscando una nueva conciencia para la humanidad y este es el primer paso.

En el grupo de personas con los que trabaja, el uso de la marihuana es únicamente espiritual y consiste en un medio para contactar con "la fuente de todo", no por adicción o por alucinación, sino como un trabajo personal que se ve, del que no se tiene que hablar para dar oportunidad a que se vea y quede de manifiesto. Todo lo demás, es solamente charlatanería.

MITOTE

El día que permitió la charla, estaba enseñando a dos de sus aprendices el uso del Tarot como una herramienta de sanación. Les enseñó a darle “magia” al lugar. En torno había una mesa de madera con algunos símbolos labrados a mano, la oscuridad, algunos objetos “de poder” apenas iluminados por una vela blanca con la que inició del ritual. Así empezó la “magia”.

Las enseñanzas hacia sus aprendices cada vez eran más profundas. La "maestra María" estaba presente entre ellos, pero, extrañamente, no era la protagonista principal de ese ritual. Una simple palabra o un simple acto alcanzaban tantas connotaciones que elevaban la conciencia de los participantes a una comprensión diferente. La forma de conducir el ritual para la lectura de Tarot tocó esferas de lo inimaginable. “La memoria no alcanza para recordar todo y las palabras no son suficientes para describir la escena”, refirió uno de ellos.

Entre las enseñanzas –dijo el guía- estaba el respeto al futuro de las personas, por lo que las lecturas evitarían crearles un futuro, solamente hablarles del presente y su realidad. Enseñaba adoptarle un significado no tan literal a cada carta, más bien, entenderla para devolver un mensaje útil y sanador a quien se le estuviera haciendo la lectura. Otros brujos y brujas se sumaban a este trabajo, eventualmente, eran los destinatarios de la lectura.

Cada lectura aportaba elementos muy claros y precisos. La dinámica con la que se conducía este ritual daba oportunidad a elementos de retroalimentación para los aprendices. Las enseñanzas incluían una lectura desde el corazón y no desde la razón; hacer un ejercicio de contacto con el consultante, más allá de la presunción de destacar como el "más chingón".

El gran brujo explicaba, entre risas y enseñanzas profundas, la distinción entre tarotistas profesionales y los que no lo eran, entre esos elementos, quienes buscaban el protagonismo y la parafernalia de la brujería solo para llamar la atención y quienes lo hacían con la conciencia de los elementos que estaban utilizando, con un fin ajeno a sacar provecho personal. Las palabras de este maestro calaban profundamente y dejaban la sensación de lo más profundo en cada uno de los ahí presentes. Permitió a este reportero tomar algunas fotos.

Era sorprendente ver las manos de uno de los aprendices; repentinamente se volvieron como las de un anciano, algo había diferente en su forma de hacer la lectura de esas cartas. Esas extrañas manos quedaron plasmadas en las fotografías, evidentemente no era una alucinación producto del tetrahidrocannabinol (THC), sustancia activa de esta Planta Maestra.

Viajar por estos mundos oníricos no todas las veces es algo irreal, sino una realidad extraordinaria que era la fuente que han consultado a los antiguos brujos, nahuales o chamanes, de la cualidad de brujo: el hombre, la mujer que contacta con la fuente de todo, de ahí su sabiduría diferente; hacer una lectura de esta manera era un trabajo de contacto con una conciencia superior "una conciencia ocurrida al no pensar en nada", según se apreció en este trabajo.

En algún momento salió a relucir la obra del antropólogo Carlos Castaneda, sobre todo lo que hablaba del "tonal" y del "nagual", lo primero se refería a lo que podrían describir las palabras o se apreciaba por los sentidos, el nagual es todo lo demás. Esta lectura del tarot era desde el nagual, de ahí la dificultad – de este reportero – para transcribir las enseñanzas y su profundidad de ese trabajo.

Luego de la ronda de trabajo final, el brujo cerró el trabajo de ese ritual. Cuidó que todos los presentes estuviéramos bien. Repentinamente, era el regreso a la vida normal. Con una tranquilidad y una sensación de haber sanado momentos de la biografía personal en las que los asistentes estaban atorados. El Maestro Brujo, antes y después del trabajo, no perdió la compostura ni el buen humor.

LA HUMILDAD DE LAS ESTRELLAS

Así, este conocido brujo de la región ejemplificó otro uso de la marihuana, con la intención de mostrar otros usos y sensibilizar a la población conservadora sobre esas otras aristas de “la maestra”.

A los consumidores lanzó la recomendación de comprender que la marihuana no se usa solo para estar “pachecos”, sino que estén en un uso más responsable. A quienes no conocen del tema también sugirió que puedan comprender su uso, fuera del tabú o de los intereses de grupos políticos o religiosos.

Para otro de los brujos presentes, el uso de esta planta maestra es una forma de que las personas puedan acceder a un conocimiento diferente, sin embargo, hay que tener un periodo de formación y preparación, para que no sea un pretexto de “auto complot” o de “trampeo” personal.

En esencia, destacó que “el árbol se conoce por sus frutos y esos frutos no se anuncian, solo se ven y se hacen sentir: esa es la humildad de las estrellas, que muestran su belleza en silencio”, recalcó.

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