La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negó al ayuntamiento de Huauchinango el permiso ambiental para la planta de tratamiento de aguas residuales, tras detectar inconsistencias en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que presentó y por haber construido la obra que fue clausurada por la Profepa en 2017.
La gaceta ecológica de esta semana detalla que el 15 de septiembre de 2016 el ayuntamiento que presidía Gabriel Alvarado Lorenzo, presentó la manifestación del proyecto y el 6 de junio de 2017 la secretaría suspendió el procedimiento de evaluación de impacto ambiental, hasta que resolviera si existía algún procedimiento administrativo.
La construcción de la planta de tratamiento ocupó una superficie de 19 mil 188.15 metros cuadrados y pretendía un gasto promedio de 140 litros por segundo, cuya descarga de agua tratada sería en el Río Texcapa, dentro del Área Natural Protegida (ANP) federal.
Luego de revisiones la dependencia detectó que las obras habían iniciado en la preparación del sitio y construcción en el desmonte, despalme de vegetación con maquinaria pesada, cortes de talud, relleno, compactación de suelo, armado de varillas, cimentación, instalación de campamentos y trazado y construcción, las cuales registraban un avance del 80 por ciento, sin la aplicación de medidas ambientales preventivas y sin autorización, por lo que ordenó la clausura total temporal del proyecto como medida de seguridad.
La empresa Arquitectura y Diseño Residenciales de Puebla S.A de C.V. que se encargó del proyecto fue multada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) de Puebla por un millón 47 mil 800 pesos por iniciar los trabajos de construcción sin contar con el permiso de impacto ambiental, y a pesar de ello la compañía argumentó que el proyecto brindaba sustentabilidad ambiental, beneficios al ambiente y bienestar en la población en el suministro, saneamiento, drenaje y tratamiento del agua del Río Necaxa.
El 5 de julio de 2017 la Semarnat visitó el lugar y encontró que los sellos de clausura fueron violados y que los trabajos del proyecto habían concluido al 100 por ciento. Después, el 12 de julio concluyó el procedimiento administrativo al ayuntamiento de Huauchinango e inició uno nuevo para la empresa, que fue sancionada por la irregularidad.
La dependencia volvió a colocar sellos de clausura porque constató que la obra se había construido en su totalidad en una superficie de 7 mil 200 metros cuadrados, se cambió el uso de suelo en 960 metros cuadrados y no exhibía la autorización ambiental.
Además, el proyecto afectó una superficie forestal de 4 mil 725 metros cuadrados dentro de un área natural protegida federal, por lo que la Profepa Puebla volvió a sancionar a la empresa por un millón 56 mil 860 pesos y le impuso acciones de reparación del daño al ambiente que incluían retirar la obra civil construida y reforestarla.