El empresario tehuacanero Miguel Ángel Celis Romero acusó hostigamiento de la Agencia Estatal de Investigación e influyentismo de la diputada local Olga Lucía Romero Garci Crespo, toda vez que esta última busca anular el testamento de la herencia de Socorro Romero Sánchez, la cual está valorada en 600 millones de dólares.
A más de tres años de estar en disputa legal la herencia de La Señorita, como cariñosamente fue conocida Socorro Romero Sánchez, el empresario Miguel Ángel Celis Romero habló para El Sol de Puebla de la intención de la legisladora local, Olga Lucía Romero Garci-Crespo, de anular el testamento que favorece a madre, Estela Romero Bringas. Mencionó que ya en el 2016, ya había dado —Olga Lucía Romero Garci-Crespo— un primer intento por obtener una cuantiosa suma de dinero, solo que la ley no la favoreció.
Sin embargo, agregó que desde que asumió el cargo como diputada local —15 de septiembre de 2018— volvió a solicitar la anulación del testamento de la señorita Socorrito Romero y recordó a modo de acusación que en su momento lo manipularon, cuando la empresaria —La Señorita— estaba mal de salud.
Agregó que este asunto está en manos de sus abogados, sin embargo, dijo tener la necesidad de explicar que ni él, ni su hermano Alfonso, son imputados en el testamento y que la heredera universal es su madre, Estela Romero Bringas, toda vez que acusó hostigamiento por parte de elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y de influyentismo por parte de la legisladora, pese a que no existe ninguna orden de aprehensión en su contra.
Lo que persigue es una gran cantidad de dinero… quiere dinero del testamento, por eso está pidiendo que se anule para tener un beneficio económico enfatizó Miguel Ángel Celis Romero, quien dijo que tanto sus abogados como él están a disposición de las autoridades.
Indicó que tanto él como su hermano son trabajadores de las empresas del grupo Socorro Romero Sánchez (SRS), como siempre lo han sido desde jóvenes. Aclaró que desde su juventud ellos reciben un salario como empleados de las empresas propias y de las que le heredaron a su madre, por lo que recalcó que Olga Romero jamás fue parte de ellas.
“No fue cercana a la familia”, resaltó, toda vez que ni los apellidos compartía, recordando el cambio de nombre de la legisladora, por lo que dijo no hay derecho alguno de reclamar algo que no le corresponde.