San Salvador El Verde, Pue. En San Simón Atzitzintla se llegan a cosechar hasta 130 hectáreas de amaranto al año, con el que se hace el dulce típico de Alegría, sin embargo, si se cancelan las actividades de Semana Santa los productores podrían enfrentar la pérdida de hasta 390 toneladas de esta semilla, ante la falta de mercados y puntos de venta.
Alberto Rodríguez Coraza, quien es productor, refirió que la población de San Simón es rica en la producción de amaranto, porque al año se llegan a cosechar alrededor de tres toneladas por hectárea, por lo tanto, se cosechan 390 toneladas de esta semilla, que en su mayoría es comercializada en las comunidades aledañas, en mercado locales y en una mínima cantidad es para consumo familiar.
Los productores de amaranto de dicha localidad venden el kilo a 30 a 40 pesos, sin embargo, para obtener mayores ingresos transforman la semilla en el tradicional dulce típico de la alegría, que es básicamente la combinación del amaranto tostado con la miel, el cual se comercializan en las fiestas de los pueblos, en las carreteras, en locales comerciales de la ciudad de puebla y Texmelucan, siendo la temporada de semana santa cuando más se vende este producto.
Por ello, los productores del amaranto esperan con ansiedad la temporada de Semana Santa para tener un ingreso que coadyuve a mejorar la economía familiar, porque semanas antes es cuando hay mayor demanda de la Alegría, puesto que hay personas que acuden a adquirir cajas de este producto para comercializarla, el miércoles de ceniza, posteriormente el domingo de ramos hasta el domingo de resurrección, porque es cuando las personas la consumen al salir de las actividades religiosas.
Pero este año, existe preocupación, porque hasta el momento se sabe que se cancelarán las actividades religiosas masivas en los templos católicos, porque no podrán comercializar su producto y obtener ingresos extras para subsanar algunas necesidades, por lo que confían que pronto se reactiven las fiestas patronales o ferias de los pueblos para que vendedores de dulces tradicionales puedan reactivarse económicamente.
