Habitantes del municipio de Zautla dieron a conocer la existencia de petrograbados, presuntamente prehispánicos, que se encuentran a la intemperie y con el riesgo de quedar destruidos o de que sean vandalizados, por lo que consideraron necesaria la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y las autoridades de los tres órdenes de gobierno para que protejan los vestigios.
Entrevistados para El Sol de Puebla, los vecinos externaron que su principal temor es que los grabados puedan ser dañados por personas que no conozcan o no valoren este acervo histórico como ocurrió en Tetela de Ocampo, donde incluso los sismos de los últimos años terminaron por destruir uno de los vestigios más importantes y que representaban el ciclo de Venus.
En Zautla ya ocurrió que la pirámide ubicada en la entrada de la junta auxiliar de Tlamanca ha sido destruida desde hace décadas, para utilizar la piedra en las construcciones. Era una pirámide menor, de aproximadamente siete metros por siete, de la que ya sólo queda un montículo. Se presume que podría haber sido del periodo del tlatoani local Zacatamitzin.
Los grabados fueron encontrados en un terreno por una persona que estaba pastoreando sus cabras, sin embargo, no han podido ser contabilizadas por la extensión del río, aunque los reubicados son al menos cuatro.
Es de destacar que en esta zona se han encontrado muchas figurillas de barro y piedra, así como puntas de flecha. De acuerdo con las versiones de los lugareños, en la localidad de Tenampulco, en este municipio (no confundirlo con la demarcación colindante a Veracruz y Teziutlán) se han encontrado unas pinturas rupestres.
MANIFESTACIONES RUPESTRES EN PINTURAS DE ZAUTLA
El único trabajo académico y formalmente estructurado, sobre estos vestigios arqueológicos, es el elaborado por Erika Morales Vigil, en su tesis para obtener el título de licenciatura en arqueología: "Las manifestaciones rupestres como proceso de comunicación: El caso de las pinturas de Tenampulco, Zautla, Puebla".
En el capítulo tres describe que es tal vez aún no se conozca la temporalidad exacta de los periodos de ocupación humana en las faldas del cerro que da nombre a la región donde se encuentran esas pinturas rupestres; también destaca que la Sierra de Puebla no ha sido foco constante de investigaciones históricas.
Las reproducciones de los diferentes conjuntos de pinturas destacan, principalmente, manos humanas plasmadas sobre la roca, aunque también hay representaciones de cuerpos humanos, algunas extrañas formas cónicas, lo que parecen ser animales y humanoides. En la clasificación de los signos los describe como antropomorfos, zoomórficos, geométricos y amorfos.
