Un grupo de habitantes de la Junta Auxiliar de Nexatengo, en el oeste de la mancha urbana, bloqueó este lunes el paso a su comunidad de camiones de materiales de construcción del proyecto inmobiliario Cola de Lagarto, justo en un puente denominado El Colorado, bajo el argumento de daños estructurales a ese sitio.
Desde las 11 de la mañana de ayer, cerca de medio centenar de lugareños, algunos con palos, comenzaron a apostarse en el acceso de ese puente para evitar la circulación de esas unidades pesadas. “Desde finales del 2019 avisamos tanto a la compañía constructora, a los dueños de los terrenos y a las autoridades locales sobre el riesgo del colapso del puente de la zona por el paso constante de los camiones pesados hacia Cola de Lagarto”, dijo Manuel López, uno de los manifestantes.
Recordó que en la entrada de la carretera a Nexatengo, “sobre el bulevar Gastronómico y en plena mancha urbana, de hecho, colocamos una manta advirtiendo de la serie de fracturas de esa pieza única para comunicarnos con el resto de poblaciones hacia la zona de El Tentzo”.
En un primer momento, las versiones sobre las protestas indicaban el bloqueo total de ese paso hasta encontrar una respuesta de las autoridades o de los dueños del desarrollo inmobiliario. “Pero tras no obtener nada, decidimos realizar este tipo de acciones. Y únicamente quedó cerrado el paso para los tractocamiones pesados y no permitir un colapso estructural”, sentenció.
“Solo paramos a carros pesados porque el puente de Nexatengo a Chilhuacan ya está muy dañado. Es para prevenir una desgracia. Queremos ser enfáticos: el bloqueo no es para coches de pasajeros y pequeños”, asumió López.
Hasta el cierre de esta edición continuaban las negociaciones entre las partes involucradas.
Cola de Lagarto es un proyecto que “incluye un campo de golf de 18 hoyos, con una casa club y dos pequeños lagos, además de un conjunto habitacional de 222 unidades unifamiliares con superficies de 950 hasta 3 mil metros cuadrados y completamente de lujo”.
El plan, netamente privado, fue puesto recientemente en la palestra pública por el gobernador Miguel Barbosa cuando anunció, en materia turística, esa zona quedaría convertida en el lugar de conciertos más importante del país.
