Ante la deserción escolar de 27 estudiantes, al menos del primer semestre de la Escuela Normal Rural Carmen Serdán, debido a presuntos abusos recibidos, padres de familia mantienen la exigencia para que intervengan los directivos del plantel y autoridades estatales, a fin de detener el maltrato y corrupción ejercida contra las alumnas de nuevo ingreso, sobre todo de quienes conforman el denominado Consejo Estudiantil, cuya situación pone en riesgo su estabilidad mental, pero también su integridad física.
Madres de familia narraron de manera anónima, debido al temor a represalias, que sus hijas sufren maltrato dentro de la institución, citando que, durante la semana de inducción, ellas y sus compañeras, fueron arrastradas y enterradas en lodo; mientras que, tras iniciar el ciclo escolar, son castigadas y obligadas a realizar toda serie de actividades, como el aseo de aulas y sanitarios, acción que, de no ser cumplida en tiempo y forma, reciben una sanción económica.
Según expuso una de las entrevistadas, las multas o sanciones van desde los 30 hasta los 100 pesos, cuyo destino de este recurso es desconocido, lo que resulta un desgaste económico para las familias, ya que si bien, las jóvenes tomaron la decisión de ingresar a dicho plantel por estar dedicado a estudiantes de escasos recursos, ello ha resultado aún más caro en comparación con lo que hubiera costado ingresar a una escuela particular.
Y es que de acuerdo al gran número de actividades al que son sometidas, las estudiantes se ven impedidas de poder realizar su quehacer académico, “ya que todo el día están haciendo cosas, baños, aseos. Todo el día la tienen haciendo labores, pues entonces no tienen tiempo para hacer su tarea”, todo ello, ante la nula intervención del director de este plantel, Antonio García Ordoñez, quien tiene conocimiento de la situación, acusó unas de las fuentes.
De lo anterior, la madre de familia, dijo que con todo ello se pone en riesgo la estabilidad emocional de las alumnas, por lo que algunas de las estudiantes han optado por darse de baja, al no soportar el maltrato recibido, sin embargo, también se pone en riesgo su integridad, ya que temen en cualquier momento puedan ser golpeadas o agredidas por quienes se encuentran al frente de esa organización.
Así mismo, señalaron que, otros de los riesgos a los que se enfrentan las alumnas son cuando las envían a realizar actividades de protesta o convivencia con otras normales de la República, cuyo trayecto deben hacerlo solicitando aventones a choferes y unidades desconocidas. “A mi hija hace como un mes, la mandaron a Morelia, el cual de regreso se vinieron en ‘raite’, entonces fue un desgaste y una preocupación por no saber si va a regresar, ahorita otra vez las van a mandar hasta Jalisco”.
De esta forma las madres de familia hicieron un llamado al resto de los padres para unirse y emprender algún tipo de acción o exigencia a las autoridades, para evitar que los abusos continúen en contra de sus hijas, que lo único que generan es un daño moral, físico y en algunos casos la deserción escolar.