A casi 11 años del iniciado el conflicto y con cuentas impagables con la Comisión Federal de Electricidad, pobladores de Huauchinango, Juan Galindo y Ahuazotepec han decidido reemprender la lucha para lograr el “borrón y cuenta nueva” solicitado al presidente Andrés Manuel López Obrador y que hasta ahora no han conseguido.
El problema ha quedado marcado por cobros extrajudiciales por parte de la CFE a los usuarios, amagos con cortes de energía, apagones prolongados de hasta una semana y daños materiales; mientras que, en respuesta, los afectados han cerrado de manera parcial la carretera federal, han marchado, han retenido vehículos oficiales y se han negado a pagar un supuesto adeudo, argumentando abandono y actitudes ilegales.
Las cuentas que cobra la CFE, “son impagables por los ciudadanos”, es uno de los argumentos que dan los usuarios, debido a que comentan que fueron alrededor de tres años de abandono de la CFE, porque las instalaciones que administraba la extinta Luz y Fuerza del Centro (LyFC) le fueron entregadas, pero no ha abierto ninguna oficina de atención personal a los vecinos, sin embargo, se les ha llamado o visitado en sus domicilios para “acordar sistemas de pago, pero se niega la empresa a firmar contratos”.
Uno de miles de casos es del señor, Luis de la colonia La Mesita, quien compartió que hasta antes del mes de octubre de 2009, momentos en que se emitió el decreto presidencial de Felipe Calderón Hinojosa, con el que se extinguió LFyC, él pagaba unos 300 pesos, por lo que, sin considerar ningún aumento en la tarifa de consumo, estaría debiendo casi 40 mil pesos.
Luis consideró impagable la cuenta que tiene por consumo de energía, pero también consideró que aun cuando llegó la CFE para cobrar “y no atender a los usuarios, hace ya unos ocho años”, hubiera tenido que pagar poco más de 10 mil pesos, sin embargo, esa cantidad también sería difícil de pagar para el usuario, pues su salario le da para vivir al día, al ser empleado de una tienda de abarrotes.
Ante la situación, en enero de 2015 surgió el movimiento denominado Ciudadanos Unidos, una resistencia civil a los “cobros injustificados de la CFE, debido a que esa empresa se niega a firmar contratos de servicio, solo quiere cobrar”, explicaron los integrantes.
Con el inicio del movimiento se registraron cierres parciales de carreteras y retención de vehículos oficiales que traían personal de la CFE con intenciones de cortar la energía eléctrica a algunos negocios y viviendas de la zona.
Incluso la dirigencia de la Canaco en Huauchinango, desde el 2014, propuso a la Comisión Federal de Electricidad la propuesta de “borrón y cuenta” nueva para los usuarios de la región, pero la empresa “de clase mundial”, se comprometió a estudiar la instrumentación de un fondo de rescate de deudores “similar al Fobaproa”, pero no progresó.