Una mujer interna en el Cereso de Huauchinango, enferma, que se atrevió a acusar presuntos abusos de parte del director de la institución, Genaro Hernández Pérez, ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado, dijo temer por su vida y la de su familia, pues el funcionario la agredió verbalmente tras saberse evidenciado.
Fue a la mitad de este mes cuando, Carmen, una mujer reclusa, que padece de una enfermedad crónica de las vías respiratorias, se quejó del servicio médico al interior del penal, propiciado “por las actitudes del director del penal”.
Las versiones fueron hechas llegar a este medio de comunicación por familiares de tres reclusas que padecieron distintos problemas de salud, sólo que aseguraron que el director del Centro de Reinserción Social no dio las facilidades.
Carmen quiso dejar en claro que el llamado es también para el Ayuntamiento de Huauchinango, debido a que, pese a que se tengan los medios para ser atendidos al interior de la cárcel, por la “prepotencia y actitud déspota” del director Genaro Hernández Pérez, no se les proporcionan, aun cuando las autoridades municipales han “dejado ver que tienen la disposición de hacerlo”.
Tras la nota publicada en este medio de comunicación, un visitador de la Comisión de Derechos Humanos del Estado llegó al penal para entrevistarse con Carmen, con quien la reclusa expresó lo declarado para que se hiciera público por lo que ratificó su queja.
Luego de que partió el agente de Derechos Humanos, Carmen necesitaba una asistencia del Penal, por lo que tuvo que acudir a la Dirección del Cereso; se topó con el director, quien aprovechó para reclamarle que había ratificado su queja, “me insultó, me dijo que no valía nada en este lugar, que no somos nadie, que soy una enferma culera y me cuestionó por qué no dije que también me ha ayudado”, abundó que fue una cadena de palabras altisonantes de parte del director hacia su persona.
Por la actitud que mostró Genaro Hernández Pérez, la interna dijo temer por su vida y la de su familia, debido a que el funcionario del penal le expresó que ninguna queja ante Derechos Humanos o alguna otra denuncia le haría nada contra su función, dado que los reclusos no cuentan para la comunidad.