Este lunes la última escuela que permanecía sin funcionar, tras resultar afectada estructuralmente por el sismo del pasado 19 de septiembre del 2017, volvió a ser ocupada por cientos de alumnos. Se trata de la secundaria Gabino Barreda, ubicada en el corazón de la Unidad Habitacional Infonavit, uno de los centros poblacionales más grandes de Atlixco.
Para el arranque de este nuevo ciclo escolar, los 350 estudiantes del turno matutino ya no recibieron sus primeras clases en las incómodas aulas móviles instaladas durante casi dos años en la Unidad Deportiva Norte, a cinco minutos del plantel.
Ayer el llamado era para llegar al antiguo y reforzado edificio construido hace más de cuatro décadas y el cual en aquellos fatídicos momentos del 2017 estuvo en la lista de escuelas por demoler, a consecuencia de las afectaciones estructurales.
“Además del mobiliario nuevo, el plantel quedó seguro tras reforzar adecuadamente los edificios donde están los salones, el techo del patio principal y las columnas principales”, dijo feliz Romeo Campos, director de la institución y quien este lunes esperaba con ansias la visita del gobernador Miguel Barbosa para inaugurar el ciclo 2019-2020. Sin embargo, de último momento sólo contaron con la visita del presidente municipal Guillermo Velázquez Gutiérrez.
Romeo afirmó que “los tiempos complicados ya pasaron, que incluyen una disminución de la matrícula de alumno de hasta el 40 por ciento y los inconvenientes naturales de trabajar en salones móviles e improvisados”.
Unos 19 millones de pesos, con todo y equipamiento, es la inversión acumulada para salvar a la tercera secundaria más grande de Atlixco.
La penúltima escuela en regresar a clases, luego del movimiento telúrico de hace casi dos años, es la primaria Centro Obrero, cuya comunidad también estrenó edificio en junio pasado.