A pesar de la apertura de negocios autorizada por el gobierno estatal, prestadores de servicios del centro de Atlixco calificaron como “crítico” este segundo momento de la pandemia. “Reabrir el zócalo es una opción para mejorar”, dicen. Además, las familias no acuden por un motivo: “ya padecieron la muerte, consecuencia del coronavirus, muy cerca a diferencia de la primera etapa”, explicaron.
Mike es dueño de un par de restaurantes en los portales, en pleno corazón de la ciudad: “La posibilidad de vender al menos dos cervezas por clientes es ya un avance. Es real: preguntaban si había esa bebida en los alimentos y cuando escuchaban no, optaban por retirarse. Y eso no era para nada bueno”, opinó sobre esta nueva concesión oficial.
Incluso, destacó, cambiar de día solidario para domingo y lunes, y no prácticamente el fin de semana, es otro punto a favor. “Cerrar sábado y domingo, como estaba contemplado hasta hace unos días, era un verdadero dolor de cabeza para nuestra industria en un sitio netamente turístico. Entre semana, son pocos los visitantes y menos los clientes locales. Esperamos con ansias esos dos días”, objetó.
A cambio, por ejemplo, el sábado próximo muchas parejas o incluso familias tendrán la oportunidad de festejar el día del amor y la amistad con todas las restricciones sanitarias marcadas por las autoridades. “Tampoco se trata de romper las reglas porque caeríamos en una incongruencia. Sólo el 20 por ciento de aforo”, subrayó.
A pesar de las facilidades mencionadas, lamentó el empresario restaurantero, el segundo coletazo del Covid-19 es más crítico y devastador para el gremio. “Los clientes no llegan a los negocios porque ya sintieron la muerte por Covid-19 de cerca. Es decir, en la primera etapa de contagios y apertura pasó de largo la pandemia y conocieron de fallecimientos en un entorno muy lejano. Pero hoy, ya padecieron o vivieron la pérdida de alguien muy, pero muy cercano, incluso familiares. Y mejor prefieren quedarse en casa. Y por un lado está bien. Pero trabajamos a menos del 20 por ciento en todos los rubros”, narró.
Dijo en un sitio altamente dependiente del turismo como este Pueblo Mágico, finalizó, el mantener cerrado el zócalo distrae o desvía la cantidad de posibles clientes. “La seguimos pasando mal, pero queda seguir respetando las normas y esperar el fin... aparentemente muy lejano”, acotó.