A más de dos meses de que se reportara la muerte de cientos de peces en la Laguna Grande de la comunidad de San Bernardino Lagunas, los habitantes aún no conocen los resultados de los estudios realizados por científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El fenómeno provocó la muerte de seis toneladas de peces en esa ocasión.
El grupo de habitantes de esta comunidad, que ha cuidado las lagunas del lugar, aún desconoce qué ocurrió en mayo, cuando, de la noche a la mañana, se dieron cuenta de que cientos de peces flotaban en la Laguna Grande, lo que alarmó a la población. Aunque las autoridades estatales llegaron y realizaron estudios, hasta la fecha no se ha aclarado lo sucedido.
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"Vinieron muchas dependencias y sacaron muestras, pero se las llevaron y no nos han dicho qué pasó con nuestra laguna", mencionó Ana Isabel García Romero, habitante de la comunidad.
Ante esta inquietud, solicitaron el apoyo de científicos de la UNAM, quienes llegaron el mes pasado a tomar muestras del agua y se comprometieron a regresar pronto para explicarles qué contaminó el agua de la laguna y provocó la muerte de las más de seis toneladas de peces que fueron enterrados a un costado de la laguna.
Afortunadamente, todos los peces que lograron rescatar y mantener fuera de la laguna por varias semanas fueron regresados sin morir. Sin embargo, en la actualidad, la preocupación es que el nivel del agua ha bajado y se observa completamente turbia, lo que genera incertidumbre sobre si aún hay riesgo.
Hasta el momento, la actividad turística se ha mantenido, pues el lugar sigue siendo atractivo para los visitantes. Sin embargo, la actividad pesquera se ha detenido y se ha evitado que el agua sea consumida por los animales hasta que se confirme si es peligrosa. Además, han tenido pláticas con autoridades municipales para que se dé prioridad a este asunto.
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Otra de sus preocupaciones es que, a pesar de las lluvias en la zona, el nivel del agua sigue bajando. Esto ha llevado a activar jornadas de reforestación con la intención de retener y aprovechar el agua de las lluvias. Pretenden sembrar alrededor de 8 mil árboles en la periferia de la laguna.