.JPG "JULIO - TALA DE ARBOLES EJIDO SAN RAFAEL TLANEPANTLA (4).JPG")
Comuneros de San Rafael Ixtapalucan acusaron que a pesar de que existe tala clandestina en el núcleo ejidal forestal y que han realizado las quejas desde hace más de diez años, ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), sólo han recibido como respuesta que no hay tal delito en el bosque comunal de la junta auxiliar.
En el mes de mayo se tiene registrado el último hecho ilícito en terrenos comunales de la comunidad perteneciente al municipio de Santa Rita Tlahupan, donde El Sol de Puebla tuvo acceso y pudo comprobar que existe una parte talada en el cerro. Incluso, imágenes satelitales muestran el área de corte ocurrido entre mayo y junio.
Sólo un árbol se aprecia en medio de ese cerro y es que, como dicen los pobladores, ese árbol “está torcido, está pequeño, no les interesó derrumbarlo” y por ello, acusan que el resto de los árboles que superaban los 40 metros de altura, sí fueron derribados.
La situación se repite en otras áreas del bosque ubicado en el Ixta-Popo, incluso se logró comprobar que pinos marcados por la autoridad no fueron derribados, “debido a que sus troncos no están derechos, y como no les son útiles, los dejan”.
En contraste, los pinos de al menos 40 centímetros de diámetro y con una altura que superan ya los 20 metros, son derribados, ya que sus troncos están derechos; de ahí que uno de los denunciantes lamentó la tala incontrolada: “son árboles que para tener esa altura, por lo menos son 40 años de cuidado”.
“Vine con mis padres a sembrar estos árboles, ellos (los talamontes) sin trabajar, sin haber sembrado uno de ellos, llegan a derribarlos”, explica otro de los comuneros de San Rafael Ixtapalucan.
En el recorrido por el bosque, se observan árboles que tienen una marca al nivel de la tierra, misma que ponen las autoridades forestales, tras una inspección autorizan su tala, pero no están cuando se hace dicho trabajo y los talamontes aprovechan para derribar pinos sanos no marcados.
Durante el recorrido por el Iztaccíhuatl se observó que otras comunidades como Guadalupe Zaragoza, también del municipio de Santa Rita Tlahuapan, están realizando trabajos de reforestación en zonas donde habían derribado árboles.
EJIDO FORESTAL DE TLAHUAPAN
Los comuneros resaltaron que ejidatarios de Ixtapalucan podrían están involucrados en la tala clandestina, que se realiza en el bosque comunal de por lo menos 5 hectáreas de bosque en una sola zona; asimismo, evidenciaron durante el recorrido que se hizo, que existen marcas en los pinos que podían ser derribados, pero fue todo lo contrario, los dejaron y talaron los árboles que están sanos.
Los inconformes señalaron que, a pesar de haber dado seguimiento a estos casos durante años, cada una de las denuncias presentadas ante la Profepa solo han quedado en el papel, ya que cuando las autoridades llegan a la “inspección” se quedan en el salón ejidal a comer barbacoa y terminan reportando que no existe tala de manera ilegal.
La última denuncia presentada ante la Profepa está en el expediente: PFPA/27-7/2C.28.2/00076-18 en la cual, se le solicita al delegado estatal, Mario Barrera, retome las denuncias ya presentadas en contra de las autoridades del ejido forestal, por el delito de “destrucción masiva en indebida de recursos forestales en los parajes Xopana, Tolonte y Palocopado”.
Es por ello, que hicieron la denuncia pública, para que las autoridades tomen el tema, pues recordaron que además de producir madera, el bosque ayuda limpiar el medio ambiente, al generar oxígeno y es un captador natural del agua.
DAÑOS ECOLÓGICOS Y ECOTURÍSTICOS
En los últimos años, los comisariados forestales de San Rafael Ixtapalucan, aprovecharon el ecoturismo y al notar que había avistamiento de la luciérnaga, empezaron a trabajar por atraer el turismo no solo regional, sino nacional y extranjero.
Sin embargo, durante el recorrido que hizo El Sol de Puebla, el cerro que fue devastado por la mano del hombre, se encuentra a unos 800 metros de los senderos por donde se encuentran las luciérnagas
Los vecinos advierten, por ello, que la tala clandestina significa, además, la disminución en la calidad del aire, escasez de agua, erosión y un impacto en las actividades económicas derivadas del aprovechamiento boscoso y las actividades como el ecoturismo.
