Con sigilo, la empresa TransCánada encargada de la construcción del gasoducto Tuxpan-Tula llegó a la comunidad de Cuauxinca, en la que se juntaron menos de la mitad de los habitantes de la localidad para escuchar parte de la información en la que consiste el proyecto. Anticiparon que será el presidente auxiliar el que recabará la postura de los pobladores.
La reunión ocurrió entes del mediodía de este domingo 27 de febrero en la cancha de usos múltiples de Cuauxinca, adonde fueron llamados los comuneros, pero según testimonios de algunos vecinos, llegaron menos de la mitad de los habitantes.
En el lugar los esperaron funcionarios de algunas dependencias como, la Secretaría de Gobernación (Segob) federal, la Secretaría de Energía (Sener), de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y trabajadores de la empresa TransCánada.
Se auxiliaron en una presentación en imágenes y una maqueta para explicar acerca del trazo del gasoducto que conducirá gas natural desde el estado de Texas, Estados Unidos; conectará con Tuxpan, Veracruz; pasará por Venustiano Carranza, Jalpan, Xicotepec y Huauchinango, estos últimos del estado de Puebla.
La reunión en Cuauxinca se debe a que la comunidad está considerada como indígena y debe consultar su aceptación o negación al paso de la tubería que medirá casi un metro de diámetro.
Los representantes de la empresa extranjera que tomaron la palabra aseguraron que el paso del gasoducto no representaría “ningún riesgo” para la comunidad, y abundaron que en los proyectos que ellos han trabajado nunca han dejado riesgos.
Les dijeron que ocuparán dos franjas para el derecho de vía, una de 20 metros de ancho y otra de 10 metros, la primera para el proceso de construcción y la segunda sería permanente.
Anunciaron que sería el jueves de esta semana cuando “hagan un caminamiento con ambientalistas” por el área considerada por el trazo y sabrán la flora y la fauna que sería afectada por la obra. Adelantaron que habrá tala de árboles y poda, además podrían rescatar la fauna del lugar.
Explicaron que sería el presidente auxiliar de Cuauxinca el encargado de recabar la postura de los pobladores de la localidad y en todo caso, la posibilidad de algún acuerdo; también expresaron que una vez que la comunidad “acepte”, si así sucede, irán negociando de manera individual con cada propietario de la tierra que se afectará para pagarle los derechos de vía y las afectaciones distintas a la tierra.
Una mujer que tomó la palabra, que pareciera que “viene de Gobernación”, se comprometió a que la consulta que se realice “sea transparente, con certeza y seguridad jurídica”. Algunos participantes de la comunidad dejaron claro su temor a que el gasoducto represente un riesgo de explosión y cause daños a la población de Cuauxinca.