Al mediodía del jueves este 30 de agosto los cuerpos de Alberto N. y Ricardo N. llegaron a su tierra natal, Tianguistengo, comunidad perteneciente al municipio de Acatlán de Osorio, en donde ya los esperaban amigos y familiares.
Los restos fueron llevados por un servicio funerario de Acatlán, que los trasladó desde el municipio de Izúcar de Matamoros, luego de que les fuera realizada la necropsia de ley.
Entre silencio y pequeños murmullos de familiares, los cuerpos fueron dispuestos en una estancia de la casa donde vivían, a donde poco a poco llegaron sus conocidos a dar el pésame a los deudos, además para participar en el velorio que se realizó toda la tarde y noche, en espera de que sean sepultados en el panteón de la misma comunidad.
A la par, los familiares esperaban la llegada de la madre de Ricardo, quien emprendió el viaje de retorno desde los Estados Unidos y se esperaba su arribo en el transcurso de la tarde-noche de ayer a fin de disponer el sepelio.