|| Por Miguel Ceballos ||
CUETZALAN, Pue.- Se escribe Cuetzalan pero sepronuncia folklore, costumbres, misticismo y tradición. Elementosque se conjugan para dar vida a una de las danzas prehispánicasmás antiguas de México, la de los voladores.
Hombres y mujeres que literalmente danzan por los aires en ungigantesco mástil colocado en el atrio de la parroquia del lugar ycuyo elementos principal es un tronco de árbol de 33 metros dealtura y que aseguran es el enlace entre el mundo terrenal y elde los dioses. “El elemento principalde la danza de los voladores es el árbol, el árbol crea unaconexión entre el supramundo, nuestro mundo, el inframundo; es elúnico ser vivo que está en esas tres partes al mismotiempo”, así lo cuenta gustoso y orgulloso para El Solde Puebla, Arturo Díaz, danzante experimentado para quien, porcierto, esta es su primera ceremonia.
Este elemento tan importante debe renovarse año con año, porello su selección y traslado desde los bosques de Cuetzalan hastala plaza pública del municipio es todo un ritual que, fieles a latradición, los danzantes realizan todos los años días antes a laferia patronal en honor a San Francisco de Asís, aunque en laantigüedad, dicen, se hacía como parte del ciclo agrícola.
El ritual comienza justo aquí, entre los profundos bosques depino y ocote de la región, en ellos los danzantes se adentran pordías bajo el velo de la espesa niebla de la Sierra Norte de Pueblaen busca del árbol indicado, aquel que les permita cumplir con sumisión: bailar en honor a la fertilidad y la creación deluniverso. “Se hablade los cuatro rumbos que tiene nuestra tierra siendo el másimportante el oriente por donde sale el sol que es nuestraprincipal fuente de energía, se habla de los cuatro elementosnecesarios para la vida que es al agua, el fuego, la tierra y elviento, entonces la danza habla de la fertilidad… es un ritual deorigen prehispánico con una antigüedad de más de 2 mil 800años, entonces mantener viva esta tradición es un granprivilegio”, detalla Arturo. Y casi comosi la naturaleza les hablara, los danzantes encuentran el ejemplaridóneo en la población de Huahuaxtla perteneciente al cercanomunicipio de Xochitlán de Vicente Suárez. “Es un árbol que debe reunircaracterísticas de mucha fuerza, de estar derecho, de ser alto yestas características las cumplen varios árboles, en este caso esun ocote el que vamos a llevar”. Así unavez seleccionado, es hora de ir por él, los danzantes reúnen alos pobladores, lo mismo que autoridades civiles y eclesiásticasen una ceremonia en donde cultos paganos y religiosos conviven enuno mismo para poder desprender a la madre de la naturaleza de unode sus hijos.
Primero, los danzantes -ataviados en sus trajes regionales-bailan para pedir perdón por atentar contra la tierra, luego se lereza, se le echa agua bendita y se le vuelve a rezar mientras alfondo las notas musicales de un pequeño tambor y una flauta demadera inundan el ambiente con una tonada constante.
El primero en orar es el sacerdote del lugar, quien consahumerio en mano encomienda el ejemplar al Dios católico:“pedimos a Dios nuestro señor que nos bendiga, que nos libre detodos los peligros”.
Al pedimento se suman las autoridades municipales, quienes consolemnidad también presentan sus respetos al árbol. “Esta, que es una prácticacultural de nosotros, es parte complementaria de las distintasdanzas que existen en el municipio y que por consecuencia es unaforma de agradecerle a la vida un agradecimiento por lo mucho que anosotros nos da como seres humanos”, detalla el edil Óscar PaulaCruz. Después viene el primer corte, elsacerdote cambia el sahumerio por el hacha y sin titubear da elprimer golpe seguido por el del alcalde y su comitiva.
Es entonces el turno de los voladores, uno a uno los diezdanzantes se hincan, se persignan y dejan una pequeña ofrendafloral al pie del tronco, acompañada de una vela; toman elsahumerio y con él dan una vuelta completa al árbol no sin antesdetenerse en cuatro puntos precisos que representan cada uno de lospuntos cardinales y al mismo tiempo los elementos de naturaleza.Ellos también bañan el tronco con agua bendita y luego, luegoclavan el hacha, unos lo hacen con la determinación que elespíritu de una tradición milenaria les provee mientras que otroslo hacen un poco más suave casi como si con cada golpe el corazóntambién sufriera, pero todos con el mismo orgullo de preservar ellegado de pasadas generaciones. “Es un ritual prehispánico, esun orgullo para nosotros como cuetzaltecos, como indígenas elseguir preservando nuestras tradiciones y costumbres”, asegura elcaporal de los danzantes, Moisés EcheverríaHernández Después de la ceremonia, elhacha es insuficiente, la tecnología tiene que intervenir y es conuna sierra que el trabajo se termina, tras algunos minutos, pese asus más de 90 años de edad, el árbol cae al fin.
Pero esta es solo una parte del trabajo, el siguiente paso esllevar el tronco hasta pie de carretera, una labor en la queparticipan alrededor de 150 hombres para jalar y arrastrar un pesoaproximado de 10 toneladas por un complicado sendero de 200metros.
Las manos son insuficientes y de nuevo la tecnología tiene queintervenir, una retroexcavadora termina el trabajo, a ella primerose amarran gruesos mecates que a su vez están atados al árbolpara así dar el tirón inicial, una vez que el ejemplar se hamovido algunos metros es necesario colocar las cadenas y así eltronco finalmente llega a la carretera.
Mientras tanto en lo que alguna vez fue un frondoso árbol decopal hoy solo quedan las raíces y las ofrendas, rastros de unaantigua tradición.
Con dificultades el tronco es trasladado por la carretera queconduce a Cuetzalan.
La tarea inició a las 8 de la mañana, son las 17 horas y elmástil aún no llega a su destino, en donde otro ritual dará fina la ceremonia de cambio del tradicional mástil de los Voladoresde Cuetzalan.
LO DE LA NATURALEZA A LANATURALEZA
Así como este ritual, al menos 60 de las 168 localidades queconforman Cuetzalan del Progreso también realizan su propiaceremonia de cambio de mástil, por ello para devolver un poco delo que la naturaleza provee las autoridades municipales iniciaránen breve una campaña de reforestación.
Nosotros desde la regiduría de medio ambiente estaremosreponiendo 20 mil plantas más que estamos seguros vendrá afortalecer, a consolidar esta práctica, porque estamos hablandohoy de aprovechar uno, pero estamos seguros que al menos enCuetzalan seguiremos dándole mayor utilidad porque, repito, estapráctica se realiza mínimo en 60 localidades”, sentencia elalcalde.
SE APROXIMA LAFERIA
Por cierto, que será del 2 al 8 de octubre cuando Cuetzalanesté de fiesta con su tradicional feria en honor a San Franciscode Asís.
Será el 4 de octubre cuando se realice la elección ycoronación de la reina del huipil en la que de acuerdo con ÓscarPaula Cruz: “se califica mucho sus rasgos, que debe de serauténticamente indígena, de piel morenita, con su lenguaoriginaria, el tema inclusive del acompañamiento de susaccesorios… son varios los elementos que se califican y quienescalifican no somos los ayuntamientos, califican los tatiaxcas queson los embajadores de cada una de las ocho juntas auxiliares cienpor ciento indígenas”.
ELDATO
Se dice que el nuevo palo, como comúnmente se le llama almástil, debe medir exactamente 33 metros de altura, pues ellopermite que los cuatro voladores que se lanzan desde su punta den13 vueltas, que en suma resultan 52, lo que representa elcalendario azteca con su ciclo de 52 años.