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Sin importar que el proceso electoral quedó atrás, ellos le manifiestan su respaldo, ellos lo ven con ilusión y lo escuchan con atención. Se paran sobre sus sillas, suben hasta las azoteas de sus domicilios y alzan sus manos para captarlo con la cámara de su celular.
“Te queremos Obrador”, se escucha a lo lejos, en la multitud de personas aglomeradas en la escuela ingeniero Carlos Betancourt, ubicada en el centro del municipio de Huauchinango.
“Igualmente”, suelta, sin saber de dónde proviene la muestra de aprecio. Su respuesta causa euforia y aplausos en los asistentes.
López Obrador está en Puebla, es su primera visita a la entidad en su calidad de presidente de México.
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Nuevamente reconoce que no había visitado el estado por la situación poselectoral, pero promete que regresará a la entidad. De paso lamenta el deceso de la exgobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo y de su esposo el exmandatario estatal y exsenador Rafael Moreno Valle Rosas.
"Están vivos, están vivos", gritan algunas voces, justamente a un mes del accidente aéreo en el que perdieron los panistas.
El tabasqueño, con un hablar lento, pide unión a los poblanos y superar los conflictos políticos, sin embargo, algunos no desisten e insisten con gritos que la pareja que gobernó la entidad no pereció.
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Está en Huauchinango para presentar una serie de programas sociales con los que busca combatir el robo de combustible. Suelta las cantidades económicas de cuánto van a recibir los alumnos, los discapacitados y los adultos mayores.
Al igual que en su campaña, el fundador de Morena promete acabar con la corrupción y se queja que le dejaron un “cochinero” en el gobierno, recibiendo aplausos inmediatamente. Ya entonado y con voz más alta, afirma que acabará con los huachicoleros de abajo y de arriba.
“A ver, pásenle una silla a este joven”, pide a su gente de logística para un joven que a medio discurso lo intercepta para pedirle apoyo.
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Los 50 minutos de discurso no hacen que la gente deje de aplaudirle y de gritarle: “es un honor estar con Obrador”, como en su campaña. También como en su campaña se vendieron gorras, playeras, muñecos y souvenirs con la leyenda “AMLO”, afuera de la escuela Carlos Betancourt, que fue el primer lugar de la entidad poblana que visitó en su calidad de presidente de México.
