Es una fiesta donde predomina el hombre y en un mínimo porcentaje la mujer, pero ésta última asegura que este escenario no es por machismo o discriminación, sino por falta de valor de esta comunidad, aunque ya en últimos años hay más féminas portando el colorido vestuario, danzando o estallando su mosquetón en un carnaval tradicional.
En la emisión de este año de esta celebración centenaria en San Pedro Cholula, que tuvo lugar el pasado fin de semana, se observó que aún es mínima la participación de las niñas, jóvenes o adultas, porque de los mil 500 participantes del ejército carnavalesco, un 20 por ciento corresponde al género en mención.
“Yo aprendí solita a usar el mosquetón, mi papá me dijo cómo detonar y poco a poco fue aprendiendo algunas mañas, pero si la mujer no se integra en esta fiesta, es porque piensa que somos el sexo débil, pero no es así, tenemos mucha fuerza y mucho valor, porque aquí los hombres te reconocen, te aplauden, te comparten experiencias y lo que puedo decirles a las mujeres, es que somos chingonas, solo hay que tener confianza”, dijo Ana Karen Betancur, una joven de 22 años de edad.
En la Plaza de la Concordia, la declarante con su vestuario e identificándose como integrante del batallón Jerusalén, mostraba ánimo y gusto por encontrarse en la celebración, pues afirmó, esto nos representa como cultura mexicana y poblana.
“Aquí no hay discriminación para la mujer”, asentó, mientras se encontraba en el área permitida por las autoridades para detonar su carabina, la cual sostenía con una de sus manos.
Contó que, en su contingente, en este año se formaron 300 de sus compañeros, de los cuales, sólo ella y otras dos mujeres, hacen detonaciones, y aunque hay más, éstas son danzantes o abanderadas.
“Desde que tenía seis años veía el carnaval y conforme crecí mi papá me ofreció a salir con él y acepté con gusto y desde entonces uso mi mosquetón”, concluyó, mientras daba una demostración de valor, al detonar un cartucho de pólvora.
En otro punto del zócalo de esta ciudad milenaria, donde los dos últimos días fueron de fiesta, otra joven cholulteca y estudiante de enfermería, de nombre María Fernanda, de 26 años de edad, platicó que a los seis se integró al carnaval, pero como abanderada, pero en este marzo ya formó parte, por primera vez, como danzante del batallón Santiaguito.
“Siempre me ha gustado esto, detono el mosquetón y fue mi tío, quien me motivó mucho, él me regalo este gato montés disecado y que forma parte de mi vestuario de indio y pues hay compañeras que han sufrido discriminación en esta fiesta, pero en mi caso, nunca”, manifestó la joven.
En el mismo espacio, su tío, Miguel Recova, precisó que las mujeres están presentes en el Carnaval de San Pedro Cholula, pero no son vistas porque usan las máscaras.
“Si hay mujeres, son pocas, en este batallón son como 30 entre más de 200 hombres, pero algunas estallan sus mosquetones y quizá muchas no participan por el riesgo, esto es un riesgo, pero aquí hay lugar para todos, la fiesta de carnaval es de todos”, puntualizó.
Mientras que, doña Yenni, junto con su hija Gabriela y su cuñada Pilar, indicó sumar 13 años de participar como danzante en esta fiesta.
“No sabemos detonar la pólvora, pero nos unimos por tradición y por los trajes, porque son bonitos”, puntualizó la jefa de familia.
En tanto, Gabriela, de 16 años, informó que desde los siete años se unió a esta fiesta con su progenitora y le encanta, asimismo asegura que no ha sufrido discriminación en esta fiesta, donde existe el estereotipo donde sólo el hombre puede activar sus mosquetones.
“Los hombres no son los únicos que pueden detonar, porque hay mujeres que lo hacen, pero es cuestión de atreverse”, remató.
Con lo anterior, coincidió Pilar, quien subrayó que el pasado fin de semana, fue su primera vez en el carnaval de San Pedro Cholula y volverá a repetir la hazaña en el 2023.
Un último comentario fue realizado por la joven Sobeida Durán, quien, vestida de danzante, sostuvo que son pocas las mujeres en esta fiesta, porque son más los hombres.
Sin embargo, compartió que, el carnaval la hace olvidar los momentos de hoy y entrar a un ambiente de fiesta y aunque ha gastado mucho en su traje, cada año próximo seguirá integrándose al batallón San Dieguito, porque, aunque no detona mosquetón, le encanta bailar.