Con un aproximado de 150 asistentes y con todos los protocolos de sanidad como la sana distancia, uso de cubrebocas y gel antibacterial, este día se llevó a cabo la primera misa dominical en la Catedral de Puebla, tras su reapertura en la nueva normalidad; servicio religioso que estuvo presidido por el obispo auxiliar, Tomás López Durán.
Durante la homilía, López Durán hizo un llamado a celebrar juntos la fe para expresar la confianza, la alegría y la esperanza en medio de las dificultades por las que atraviesa el estado y el mundo entero.
“Esa es la clave que nos ofrece hoy cuando dice el señor ‘confía en tu palabra, mi alma espera y confía en esa palabra que me diriges porque tu palabra, es palabra de vida’”, comentó.
Asimismo, puntualizó el agradecimiento por tener la oportunidad de que los feligreses pudieran gozar de dicha celebración religiosa de manera presencial y a los medios de comunicación, por hacer posible llevar el mensaje de Dios a los hogares de quienes están en casa por la edad, por vulnerabilidad o por alguna circunstancia que no les permite participar personalmente.
“Yo los invito a abrir el corazón, escuchar esta palabra y llevarla presente en nuestros corazones y en nuestra vida, allá en casita, por ejemplo, papá, mamá, hermanos, primos, familiares…sean invitados y al mismo tiempo inviten a otros a centrar su atención en esta palabra”, enunció.
Por otra parte, pidió a los creyentes a transmitir el mensaje a más personas, pues ese acto ayudará a llevar consuelo, luz, alegría y paz a quienes más lo necesitan.
“Si algún familiar o vecino oyes que está debilitando en su fe, que se está enfriando en su fervor ¡anímalo! (…) así todos maduraremos en la fe y todos obtendremos y saldremos de las pruebas fortalecidos para poder seguir manifestando al señor sus maravillas”, concretó.
Es importante mencionar que desde el pasado lunes 10 de agosto las iglesias y templos de Puebla operan a puertas abiertas, luego de haber permanecido cerradas durante casi cinco meses por la contingencia sanitaria; como parte de la “nueva normalidad” los sitios de culto deberán de respetar un aforo del 30 por ciento de su capacidad, para así evitar la propagación del Covid-19.
LAS SOLEMNIDADES SE RESPETARON DURANTE LA CELEBRACIÓN
Los ritos durante la misa fueron efectuados por parte de los presentes tal y como lo ordenó en días pasados la Arquidiócesis de Puebla. Durante la paz, en vez de dar la mano, los asistentes realizaron una inclinación de cabeza frente a las personas que desearon darla, mientras que, en la comunión, se guardó la debida distancia y la eucaristía se entregó en las manos de los fieles.