Un grupo de estudiantes autodenominado "El Rebaño" del nivel bachillerato del Instituto Oriente es acusado de golpear severamente a otro de sus compañeros, a quien le provocaron derrame ocular, denunció la madre del joven y cuyo caso será investigado, advirtió el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, quien sentenció que aún siendo menores de edad enfrentarán las responsabilidades de sus actos
Guadalupe Torres, su madre, denunció que las autoridades escolares han sido omisas sobre la resolución del caso, por lo que interpuso denuncias ante la Fiscalía y la SEP, respectivamente, y hoy busca apoyo del gobierno estatal.
Al tratarse de un colegio dependiente a la Secretaría de Educación Pública (SEP) federal, el Instituto Oriente, que se ubica en la colonia Jardines de San Manuel, debe ser esa dependencia la encargada de dar seguimiento al caso de bullying que se registró al interior de ese centro educativo en abril pasado, señaló el mandatario.
GOLPEAN A ESTUDIANTE, LE PROVOCAN DERRAME OCULAR Y LO OBLIGAN A PEDIR PERDÓN
El suceso ocurrió el 6 de abril. Un grupo de entre 10 a 15 alumnos del colegio patearon, golpearon y humillaron a otro compañero a quien le causaron heridas en la espalda, tórax, cara y hasta un derrame ocular.
A decir de la madre del menor afectado, el adolescente nunca recibió apoyo por parte de la institución. Inclusive, reconoció en entrevista con El Sol de Puebla que, al momento de ser golpeado fue él mismo quien se comunicó “todavía desorientado” con ella y su esposo para informarles de lo ocurrido, pues ninguna autoridad educativa se percató de la agresión.
“Su sistema de seguridad falló (…) y la escuela es responsable de lo que pueda pasar ahí adentro (…) Que la gente sepa qué es lo que ahí pasa”, sostuvo.
Cuando ambos llegaron a recogerlo, personal del colegio les dio largas para entregar al alumno, la razón era que su estado de salud y apariencia física eran deplorables, relató.
Inclusive, según le contó el menor, aún después de la violencia física, le pidieron que se “arrodillara y pidiera disculpas”, a lo que el muchacho desistió.
Una vez atendido por un médico y subsanadas las heridas, Guadalupe Torres empezó la búsqueda de justicia para su hijo. La primera instancia que visitó fue la Fiscalía General del Estado, lugar en el que inició un proceso ministerial contra los agresores.
La segunda fue la SEP, a la que acudieron el 6 de mayo a la Ciudad de México. Ahí, se comprometieron a “investigar minuciosamente” el suceso y a ofrecer una resolución.
Sin embargo, esa dependencia no fue la única visitada. De vuelta en Puebla, el 19 de mayo, la familia acudió a Casa Aguayo para hacer de conocimiento del Ejecutivo lo ocurrido en ese centro escolar privado de la capital poblana. Ese mismo día, abrieron un expediente en la Comisión de Derechos Humanos (CDH) del estado de Puebla.
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El proceso se hizo más arduo debido a la inacción y nulo compromiso de las autoridades escolares por atender el caso, sobre todo del rector del colegio:
Nos recibió pero no pasó nada. Hemos tenido cuatro reuniones con el director (…) pero siempre fue muy hosco (...) Me decía ‘usted está en su derecho de poner todas las denuncias que quiera
Inclusive, la mujer denunció que, pese a que las autoridades del Instituto Oriente conocen bien quienes fueron los agresores, los mismos siguen acudiendo a tomar clases con regularidad. Al solicitar una explicación al rector, éste sólo le indicó que era “por temas muy específicos”.
Por esa razón, señala con dolor que ha perdido la confianza en las decisiones del colegio, por lo que ahora espera que sean las instituciones gubernamentales las que se encarguen de impartir justicia y castiguen a los responsables: “Ya no les creo, no confío ya en ellos”.
ESTUDIANTES DEBEN ENFRENTAR SU RESPONSABILIDAD: BARBOSA
Ante la realidad que enfrenta la familia, el titular del Ejecutivo se pronunció al respecto en su rueda de prensa del 27 de mayo. Refirió que después de tener conocimiento del hecho, sostuvo comunicación con el titular de la SEP Puebla, Melitón Lozano Pérez, quien le comentó que el asunto era de jurisdicción federal.
Sin embargo, apuntó que el Gobierno de Puebla acompañará desde sus alcances a la familia del menor agredido y se comprometió a solicitar la intervención de la dependencia federal en el caso para agilizar las indagatorias: “Voy a hacer que intervenga (...) no le sacamos, nosotros le entramos a los asuntos. Nada de que no me toque a mí (...) eso no va conmigo”.
En ese tenor, pidió a los padres del adolescente que no pierdan pista del proceso ministerial, especialmente porque, aún cuando los presuntos perpetradores son menores de edad, existe un grado de responsabilidad: “Que se determinen las posibles responsabilidades de los otros muchachos, porque esos son delitos que se cometen en una escuela, no porque sean menores de edad”.
Agregó que es responsabilidad del Instituto Oriente determinar las decisiones que se tomarán en torno al caso, desde lo administrativo: “Que regularice todo esto (...) [y] si hay una banda de muchachos que se llama ‘El Rebaño’ y actúa así, pues que se apliquen las disciplinas escolares que pueden ser hasta expulsión (...) Que mantengan el prestigio de la institución”.
Finalmente, y después de conocer lo dicho por el mandatario poblano, Guadalupe Torres declaró a esta casa editorial que otorgó un voto de confianza, no sólo a las autoridades federales, sino también a las estatales, pues reconoce que la intervención de Barbosa Huerta tendrá efectos positivos en la ruta del proceso: “Tengo confianza”.
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LAMENTAMOS EL ‘MAL MOMENTO’: RECTOR
A través de un comunicado emitido 51 días después del ataque, Enrique Flota Ocampo, rector del Instituto Oriente de Puebla, señaló que, ante la comisión de las agresiones contra uno de los aprendientes, el colegio interpuso las sanciones comprendidas en su Manual de Convivencia, pero sin ofrecer mayores detalles de las mismas.
“Nuestras alumnas y alumnos son menores de edad en proceso de formación, no criminales. Cualquiera de ellos, incluidos los hijos de cada uno de nosotros, pueden cometer errores o conductas sancionables (...) No se litigará en el tribunal de las redes sociales, sino ante las autoridades que los papás del alumno agredido eligieron (...) Lamentamos mucho que [el alumno] haya pasado por tan mal momento ”, se lee en el rotativo fechado el 27 de mayo del presente año.
Finalmente, defendió que “intervinieron tres alumnos” en el ataque y no 10 o 15 como se señaló en una publicación de Facebook realizada por familiares del menor. También subrayó que el acceso a los padres del joven el día de la agresión nunca fue impedido y agregó que los agresores dejaron de asistir a la escuela, esto en contraste con lo relatado por la madre a este diario.
