Violines, clarinete, acordeón, trombón, trompeta, cello, flauta y otros instrumentos musicales manipulados por un grupo rotatorio de hombres y mujeres para dar a conocer música judía es la propuesta del colectivo Klezmorino, que nació hace poco más de tres años.
Seguramente en alguna visita al Centro Histórico, al caminar en el Portal Hidalgo, habrá visto a uno o más músicos tocando melodías no muy comunes y su gran estilo lo habrán invitado a quedarse durante más de un minuto y darles unas monedas por su trabajo.
Juan Pérez o "El Maestro", como todos lo conocen, se inició en la música cuando sus papás le pidieron que buscara algo que hacer y supuestamente no habría sido tan bueno en este arte, por lo que decidió perfeccionarse.
Aunque el colectivo está integrado por alrededor de 14 personas formadas profesionalmente en actividades diferentes a la música, en ocasiones solo él está con uno de sus instrumentos alegrando al público y ganándose unas monedas.
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“La música que tocamos se llama klezmer, es música judía del este de Europa. O sea, es judía, pero no es de Israel. Entonces, en este lugar se habla un idioma que se llama ‘yiddish’ y el ‘yiddish’ para designar a una forma de hacer música le llamaba ‘klezmer’; el plural de klezmer es klezmorim y así se le llamaba a la personas que tocaban esa música y de ahí viene Klezmorino”, explicó al ser cuestionado sobre la razón del nombre de este colectivo.
La novedad de este grupo es que cada vez que alguien se interesa en tocar este género musical o sumarse al colectivo solo tiene que acercarse con sus integrantes y solicitarlo. A decir de muchos de los que participan, ni siquiera es necesario que sepan tocar algún instrumento, toda vez que entre ellos se capacitan.
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La intención, además de aprender, es poder obtener recursos para solventar sus gastos, ya que la mayoría de sus integrantes estudia diferentes profesiones, trabaja en actividades ajenas a la música y solo “El Maestro” se dedica de tiempo completo al klezmer.
“Esta es música folclórica y es fácil, no hay que ser un genio para entenderla. Ya que es sencilla de entender, sencilla de tocar, es algo bastante simple, obviamente no es conocida, pero yo cuando llegué a conocer el nombre comencé a investigar un poco y cuando se fueron integrando los compañeros también me ayudaron, todos se pusieron a investigar”, expresó.
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Algunos de los actuales integrantes de Klezmorino, como Úrsula, Joaquín y Pamela, llegaron sin saber tocar algún instrumento, por invitación de un amigo, porque veían todos los días al grupo y decidieron sumarse y muchas otras razones.
“A mí me gustaba venir a verlos tocar porque siempre se ponían, porque se ponen, o nos ponemos todos los días y me gustaba escuchar cómo convivían y todo eso. Y me fui acercando poco a poco, pregunté si podría integrarme y me dijeron que sí y aquí sigo”, dijo Úrsula, al tiempo de mencionar que no sabía tocar un instrumento.
Por lo anterior, “El Maestro” reiteró que los integrantes no son músicos profesionales, conforme avanza el tiempo van aprendiendo y cada uno tiene un interés diferente.
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Este año grabaron su primer disco, por lo que usted puede adquirirlo en el mismo espacio en el que se instalan todos los días por la mañana y tarde.